Mientras sus tres compañeros en Metallica eligen actividades más tranquilas para pasar el tiempo, James Alan Hetfield opta por algo con más adrenalina. Es que el guitarrista y cantante de la mítica banda de thrash metal es un apasionado coleccionista de motos y autos del tipo muscle car, hot rod y custom car.
Nada que ver con los hobbys más “tranquilos” del resto del grupo: El baterista Lars Ulrich es amante de la pintura (vendió obras en prestigiosas galerías de arte), el guitarrista Kirk Hammett es un apasionado por los caballos y el bajista Robert Trujillo disfruta del surf y el snowboarding.
“La construcción de los autos es un escape… Es lo mismo con la música. Para mí, los autos son como la gente: les gusta el amor, les encanta que lo toquen, les encanta ser manipulados, les encanta ser conducidos. Aman ser admirados. Se trata de una forma de expresión y de libertad. Es como mirar el arte. Miras un cuadro y decís, ‘yo no lo entiendo’. Pero si lo ves más en detalle, pensás: ‘esto es increíble’. El auto puedes conducirlo y que, al mismo tiempo, muestre tu personalidad”, asegura Hetfield, cofundador de Metallica junto a Ulrich.
Hetfield, nacido el 3 de agosto de 1963 en California, tiene una gran colección de impactantes vehículos. “Tengo 300 guitarras y 30 coches, que son realmente muchos”, dice con cierto dejo de orgullo. Algunos de esos autos han sido parte de los videos de Metallica, como un Chevrolet Camaro de 1967 usado en “I Disappear” (de la banda de sonido de Misión Imposible 2). El Camaro tiene una historia curiosa ya que James lo subastó en 2003 para recaudar fondos para programas de música de varias escuelas.
Otra joya famosa es un Buick Skylark 1953 por el que consiguió un premio en 2007 cuando fue distinguido como “vehículo más elegante” en el Rod and Custom Show de San Francisco. También se destaca un Lincoln Zephyr de 1937 bautizado como “VooDoo Priest” remozado por Rick Dore. Pero el más preciado tesoro del músico californiano es un Auburn Boat Tail Speedster 852 de 1936. Fue restaurado a su estado original, aunque cuenta con varios toques de personalización como para seguir en sintonía con ese espíritu inquieto de su dueño.
Hetfield tiene una explicación para su fascinación por este tipo de vehículos: “Para mi Estados Unidos estuvo en la cima de la industria automotriz entre las décadas de 1930 y 1950. Y esa es mi época favorita. Además de que soy muy patriota…”.
Como hace con su música, Hetfield comparte su pasión con los autos. Así es que en el Orion Music, un festival anual organizado por su banda, hay un sector dedicado exclusivamente a los custom cars llamado “Orion Custom Car + Motorcycle Show” y que el frontman recorre con el mismo orgullo con el que admira a los autos de propia su colección.