Algunos de los mejores coches GT italianos han surgido de comienzos poco convencionales, pero es difícil superar los orígenes de Iso, nacida de una empresa que inicialmente fabricaba electrodomésticos y más tarde el microcoche Isetta.
Contra todo pronóstico, Iso construyó una máquina realmente maravillosa para los conductores, el Iso Grifo. Este vehículo, que combinaba el elegante diseño italiano de Nuccio Bertone con el poder desenfrenado de un Corvette V8, fue uno de los más rápidos de su época con una velocidad máxima superior a los 270 km/h.
El éxito del Isetta permitió a Iso expandirse y explorar nuevas fronteras en el mundo del automóvil. Gracias a ingresos adicionales por la venta de licencias del Isetta en varios países, Iso pudo embarcarse en la creación de vehículos de alto rendimiento con la ayuda de figuras como Nuccio Bertone, Giorgetto Giugiaro y Giotto Bizzarrini.
El primer fruto de esta asociación fue el Iso Rivolta, un Gran Turismo con motor Corvette y diseño de Giugiaro. Con el éxito del GT, Bizzarrini le propuso a Iso la creación de un coche aún más deportivo, dando origen al Iso Grifo.
Bizzarrini se encargó de la ingeniería mientras que Giugiaro se encargó del diseño. El Grifo se presentó en dos versiones: el A3/L, más lujoso, y el A3/C, orientado a la conducción deportiva, ambas elogiadas en el Salón del Automóvil de Turín de 1963.
Para propulsar al Grifo, Iso recurrió a Chevrolet, montando inicialmente motores V8 Small Block de 5.4 litros capaces de generar hasta 350 CV, combinados con transmisiones Borg & Warner. En 1968, surgió el imponente Iso Grifo 7 Litri, equipado con un motor V8 de siete litros, el Chevy L71 Big Block.
A lo largo de su producción, el Iso Grifo evolucionó con diferentes cambios, incluyendo la adopción de motores Chevrolet 454 de 7.4 litros y cajas de cambios ZF de cinco velocidades. Sin embargo, los últimos años de producción vieron la incorporación de motores Ford Boss 351 de bloque pequeño, en respuesta a la crisis del petróleo de los años 70.
A pesar de su producción limitada, con solo 412 unidades fabricadas, el Iso Grifo sigue siendo altamente deseado, especialmente las versiones con motor 454 y cambio manual ZF.
Las versiones Targa, de las cuales solo se produjeron 17 unidades, también son especialmente buscadas por los coleccionistas, asegurando el legado perdurable de este icono de la fusión entre la elegancia italiana y la potencia americana.