El reciente Gran Premio de Detroit de la IndyCar ha dejado una estela de controversia y tensión, especialmente tras el incidente en pista entre el piloto argentino Agustín Canapino, del equipo Juncos Hollinger Racing; y el francés Theo Pourchaire, de Arrow McLaren.
El callejero de Detroit es conocido por poner a prueba tanto la habilidad de los pilotos como la resistencia de los vehículos. Durante la última carrera, un contacto de Pourchaire a Canapino provocó que el vehículo del arrecifeño sufriera daños significativos, afectando su desempeño en la carrera y relegándolo a la 12° posición cuando estaba para terminar en el Top 10.
Lo que comenzó como un desafortunado toque entre autos durante la carrera se ha transformado en un episodio de abusos y amenazas que han alcanzado niveles alarmantes. Tal es así que Pourchaire ha confirmado que tras la prueba ha recibido una ola de odio en línea y hasta amenazas de muerte. “Me entristece haber recibido tanto odio y amenazas de muerte en las últimas 24 horas por un incidente tan pequeño en el GP de Detroit”, comentó el galo.
En respuesta a esta situación, el Juncos Hollinger Racing emitió un comunicado oficial condenando estas acciones y reiterando su compromiso con un entorno deportivo seguro y respetuoso. Esta declaración está en línea con la realizada por Arrow McLaren, con la que el JHR tiene una asociación.
“A raíz del incidente de carreras ocurrido en Detroit, hemos visto un aumento de abusos en línea hacia nuestros competidores. En Juncos Hollinger Racing, el abuso, el odio y el acoso de cualquier forma son inaceptables. No se toleran dentro de la comunidad de Juncos Hollinger Racing y no representan quiénes somos como equipo”, explicó.
“Estamos trabajando con los afectados para identificar a los responsables y cualquier violador de esta política será bloqueado de la comunidad de Juncos Hollinger Racing”, adelantó la escudería de Ricardo Juncos y Brad Hollinger.
“Estamos comprometidos a crear un entorno seguro e inclusivo para todos y creemos que nadie debería sentirse no bienvenido. Como fanáticos de la IndyCar, todos debemos trabajar juntos para crear una comunidad donde todos sean tratados con respeto y amabilidad”, culminó.
El incidente y las subsecuentes amenazas hacia Pourchaire han puesto de manifiesto un problema recurrente en la era digital: el abuso en línea. Tanto Juncos Hollinger Racing como Arrow McLaren han reiterado que este tipo de comportamiento no tiene lugar en el deporte y han instado a sus seguidores a mantener el respeto y la deportividad.
Arrow McLaren también se expresó en contra de las amenazas y abusos, indicando que ni ellos ni Juncos Hollinger Racing tolerarán ningún tipo de discriminación o abuso. “Quienes participan en tales acciones no son bienvenidos en nuestra comunidad”, afirmó.
La situación ha generado una ola de solidaridad con Pourchaire por parte de otros pilotos y equipos, quienes han condenado las amenazas y pedido un ambiente más sano y respetuoso en las redes sociales. El incidente también ha suscitado un debate sobre la responsabilidad de los fanáticos y el impacto de sus acciones en la salud mental y la seguridad de los pilotos.