El líder indiscutible del IndyCar, Roger Penske, enfrenta su primera gran prueba de liderazgo, ya que los equipos más influyentes de la categoría expresaron algunos problemas que desean abordar, desde la dirección general de la serie hasta los crecientes costos asociados a la hibridación.
Andretti Global, Arrow McLaren, Chip Ganassi Racing, Ed Carpenter Racing y Meyer Shank Racing decidieron discutir sus preocupaciones sobre el campeonato que Penske adquirió en 2020 bajo la bandera de Penske Entertainment.
Esta reunión, que originalmente estaba programada para 30 minutos, se extendió a 90 y abordó diversas quejas, desde la dirección general de la serie hasta los costos en aumento y las tarifas administrativas y operativas impuestas por Penske Entertainment. Incluso la posibilidad de que la categoría sea comprada por Liberty Media, dueña de la Fórmula 1.
Después de que los equipos expresaron sus inquietudes en privado, se redactó un resumen de la reunión y se decidió abordar directamente a Roger Penske de manera no confrontativa. La esperanza era que Penske, a pesar de no estar al tanto de la unión de los dueños de equipos, recibiría positivamente el acercamiento.
El 28 de febrero se realizó una videollamada en la que participaron los 10 equipos de tiempo completo en el IndyCar, Penske y otros líderes ejecutivos. La llamada fue definida por los propietarios “como constructiva y no conflictiva”.
Según reveló Racer, tras este encuentro las partes decidieron mantener más conversaciones y “desarrollar una relación de trabajo más estrecha entre los dueños de equipos y Penske Entertainment”.
Asimismo, se definió establecer un grupo más reducido de líderes de equipos para representar a todas las escuadras en futuras conversaciones, abordando las preocupaciones de equipos de diferentes tamaños y estatus económicos.
Mientras la mayoría buscaba mantener una armonía con Penske, Michael Andretti, dueño de Andretti Global, hizo comentarios públicos sugiriendo que Penske debería vender la serie si no está dispuesto a realizar inversiones significativas.
Estas declaraciones preocuparon a los otros dueños de equipos, ya que temen que las críticas públicas puedan afectar la recién construida relación positiva con Penske.
