En los últimos días el Juncos Hollinger Racing se ha convertido en un polvorín. La decisión de Brad Hollinger, co-propietario del equipo, de bajar a Agustín Canapino del Gran Premio de Road America del IndyCar a solo una hora del inicio de la actividad en pista ha desatado una serie de preguntas y especulaciones. Esta decisión no solo impacta al piloto argentino, sino que también hacen suponer tensiones internas significativas dentro de la escudería fundada por Ricardo Juncos.
Toda esta situación surgió después del choque del francés Theo Pourchaire (Arrow McLaren) con Canapino en el Gran Premio de Detroit. Este incidente desató una ola de abuso en línea contra el francés que terminó con la decisión de Arrow McLaren de terminar con la relación comercial que había iniciado este año con el JHR.
Solo 24 horas después de esa drástica medida del Arrow McLaren, el propio Brad Hollinger comunicó la decisión de darle una “licencia” a Canapino, citando como motivo los incidentes de los últimos días. Sin embargo, esta explicación parece ser solo la punta del iceberg.
Agustín Canapino no correrá el Gran Premio de Road America
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Lo primero que llama la atención es que fue Hollinger quien comunicó la medida cuando normalmente el vocero suele ser Ricardo Juncos. Que Hollinger haya tomado este rol sugiere un cambio en la dinámica de poder dentro del equipo. Desde la ruptura de la asociación con Arrow McLaren, Hollinger parece dejar en claro que no está dispuesto a tolerar más escándalos que puedan afectar su nombre y la reputación del equipo.
Uno puede suponer que Hollinger tomó el control total del equipo. La llegada de Canapino a JHR fue, desde el inicio, fruto de la insistencia de Juncos, quien siempre afirmó que tuvo que convencer arduamente a su socio para darle una oportunidad al arrecifeño.
Ahora, con la designación de Nolan Siegel como piloto del auto N° 78, al menos para el GP de Road America, Hollinger podría estar buscando asegurar un respaldo económico que compense la pérdida del apoyo de Arrow McLaren.
La decisión de bajar a Canapino parece ser tanto una movida financiera como una declaración de autoridad. Siegel trae consigo el respaldo monetario necesario en un momento crítico para el equipo. Sin un apoyo financiero sólido, más allá del aporte de algunas empresas argentinas, la posición de Canapino dentro del team siempre ha sido frágil, aunque contrarrestada en estas carreras con buenos resultados parciales.
A esta altura de los acontecimientos, el silencio de Ricardo Juncos es ensordecedor. En medio del escándalo, su falta de declaraciones públicas ha sido interpretada de diversas maneras. Algunos lo ven como una aceptación tácita de la decisión de Hollinger, mientras que otros sugieren que Juncos está tratando de evitar una confrontación abierta que podría desestabilizar aún más al equipo.
Es importante recordar que muchos apuntan a Juncos como responsable de la situación, especialmente después de la acalorada comunicación radial en Detroit, donde dirigió duras palabras a Pourchaire.
La situación que vive el Juncos Hollinger Racing es un reflejo de las luchas internas y las tensiones financieras que afectan a muchos equipos de IndyCar. Agustín Canapino pareciera estar en una posición extremadamente vulnerable, atrapado en medio de una batalla de poder.
Hollinger ha dejado claro quién manda, y con la entrada de Siegel, el equipo podría estar encaminándose hacia una nueva dirección. Sin embargo, la sombra de la controversia y el manejo de las crisis recientes siguen pesando, y solo el tiempo dirá cómo afectará esto al futuro de JHR y al propio Canapino, quien, lamentablemente, parece estar solo en esta lucha.