Las 500 Millas de Indianápolis, una de las carreras más emblemáticas del automovilismo mundial, no solo es un evento de gran relevancia en el deporte motor, sino también un escenario donde se tejen historias personales y se rinden homenajes conmovedores. Este año, Agustín Canapino ha capturado la atención no solo por su participación en la prestigiosa competencia, sino también por el emotivo tributo que ha decidido rendir a su difunto padre, Alberto Canapino.
A través de sus redes sociales, el piloto del Juncos Hollinger Racing reveló el diseño de su casco, que es todo un símbolo de su amor y respeto hacia su padre. El mismo, además de tener los tonos que caracterizan a las 108ª edición de las Indy 500, está adornado con tres fotografías que representan momentos significativos vividos junto a su padre. Cada imagen seleccionada tiene un profundo significado emocional para el piloto, quien compartió con sus seguidores las historias detrás de cada una.
La primera foto está relacionada con el campeonato de TC de 2018. “Fue el último que ganamos juntos con él en el lugar porque en el que ganamos en 2019, él estaba suspendido. Fue la última vez que lo pude abrazar después de un campeonato de TC”, recordó Canapino emocionado.
Agustín Canapino largará 22° en las 500 Millas de Indianápolis
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La segunda foto es de una definición apasionante en La Plata en el año 2017. “A él le habían diagnosticado una enfermedad genética que nunca salió a la luz y estaba mal en ese momento. Yo después de cada carrera, donde lograba esos avances dándolo todo, le decía ‘yo quiero que corras así vos, con tu vida, a darlo todo, dale que podemos’ y por eso ese abrazo. Más que por el campeonato, era por la situación de su salud”, explicó Agustín.
La última foto es una de su infancia en Arrecifes. “Esta es la más especial para mí, incluso es mi foto de WhatsApp. Yo era muy chiquito. Una parte de mi vida que por ahí no fue la más linda y la más feliz, pero tuvimos algunos momentos lindos y es una foto más que especial para mí”, concluyó el Titán.
En un mundo donde las carreras y los triunfos a menudo dominan los titulares, es conmovedor ver cómo los pilotos también encuentran maneras de mantener vivos los recuerdos de sus seres queridos. Agustín Canapino no solo compite por la gloria en Indianápolis, sino también por mantener vivo el legado de su padre, llevándolo simbólicamente con él en cada vuelta al mítico óvalo.