El Gobierno de la Nación está preparando una actualización de la base imponible del impuesto automotor. La actualización, que se espera sea confirmada en el Boletín Oficial en marzo, ajustará la base imponible al aumento del precio de los vehículos en los últimos meses.
Actualmente, este tributo afecta con un recargo del 20% a modelos cuyo precio de venta al público sea superior a cerca de 5,8 millones de pesos, y con un 35% a los de más de 10,8 millones de pesos.
La actualización rozará el 20%, cifra a la que se llegó por el aumento en el precio mayorista de los autos 0 km durante octubre, noviembre y diciembre.
El nuevo mínimo imponible entrará en vigencia el 1 de marzo de 2023 y durará hasta el 31 de mayo de 2023. En ese momento, se analizará un nuevo ajuste para emparejarlo al aumento de las listas de precios de las automotrices. Sin embargo, en el sector se considera que el retoque es insuficiente.
¿QUÉ AUTOS PAGAN EL IMPUESTO AUTOMOTOR?
Hay más de 170 modelos que pagan los gravámenes del 20 y 35%, según corresponda. Este tributo, calificado por las automotrices como “distorsivo”, entró en vigencia en enero de 2014 con el objetivo de castigar a los “autos de lujo”.
Sin embargo, en la práctica, afecta a muchos modelos de diferentes segmentos, incluyendo marcas populares como Chevrolet, Fiat, Toyota, Volkswagen, Peugeot y Renault.
Además, este tributo penaliza a modelos de volumen y no distingue entre los modelos importados y los de producción nacional. La única excepción son las pick-ups, consideradas oficialmente como “vehículos de trabajo”.
Entre los modelos alcanzados por el tributo pertenecen segmentos populares en otros países como Chevrolet Tracker, Jeep Renegade, Toyota Corolla, Toyota Corolla Cross, Renault Koleos, Nissan Sentra, Ford Territory, Peugeot 208 GT Line, Kia Cerato, Hyundai Creta, Honda HR-V, VW Nivus, VW Polo (GTS), VW Virtus (GTS) y VW Golf.