John Bonham pasó a la historia como el baterista de Led Zeppelin, una de las bandas de rock más importantes de la industria musical. Bonham tenía una técnica muy particular y alejada de los estándares de su época. Contaba con una pegada dura y con menos adornos, algo que lo alejaba de sus colegas influenciados por el jazz y blues.
John era entusiasta de los autos y tenía una pequeña colección compuesta por un Rolls Royce sedan, un Corvette 427 de 1967, una cupé Ford de 1954 y un par de Ford T transformados en Hot Rod. Uno tenía el nombre de “Andy’s Instant T” y lo había adquirió durante una gira por los Estados Unidos. El otro era un convertible de 1915. A ambos le cambió la mecánica y les colocó motores V8 de Chevrolet.
De los dos Hot Rod, el que formó parte de la historia de la banda también integrada por Jimmy Page, Robert Plant y John Paul Jones, fue “Andy’s Instant T” ya que se lo ve en los primeros minutos de la película “The Song Remains the Same”, que se filmó en 1973 y se estrenó tres años más tarde.
Luego de la muerte de Bonham en 1980 el auto fue adquirido por su amigo Alan Spittle, quien tras venderlo poco después lo volvió a recuperar en 2001.