Cuántas veces se escuchó decir a Juan María Traverso que su gran maestro en el automovilismo fue Héctor Luis Gradassi. Seguro que muchas y es que realmente este cordobés nacido en el viejo barrio Firpo -actualmente Bº General Bustos- el 6 de marzo de 1933, fue uno de los grandes pilotos que tuvo la actividad y que dejó su sello en el Turismo Carretera, donde conquistó cuatro títulos y otros tantos subcampeonatos.
Poco antes de correr en la popular categoría, Gradassi hizo experiencia en el motociclismo y en el Turismo Mejorado, donde se lució a bordo de un Auto Unión armado por él mismo y con el cual se midió de igual a igual con la poderosa armada de los Renault Gordini 1093 que alistaba la fábrica IKA.
Su debut en el TC fue, justamente, con un Auto Unión el 24 de abril de 1966 en una carrera de trepada en la zona de Villa Carlos Paz. Asombró al arribar quinto batallando contra los grandes pilotos de aquella época.
Poco tiempo después Pirín tuvo una oportunidad que no desaprovechó: se sumó al equipo IKA que regenteaba un joven Oreste Berta y donde tuvo como compañeros a Eduardo Copello y Jorge Ternengo. Juntos formaron la CGT (por las iniciales de sus apellidos), un equipo que dominó la categoría a fines de los ’60.
Gradassi tuvo un papel fundamental en la historia de esta mítica escuadra ya que llevó al triunfo al Torino en su primera carrera (el 25 de febrero de 1967 en San Pedro). Esa temporada fue subcampeón detrás del Copello.
En 1971 dio otro paso clave en su trayectoria deportiva al sumarse al equipo oficial Ford, que era responsabilidad de José Miguel Herceg. Sus escuderos fueron el malogrado Nasif Estéfano y los hermanos Juan Carlos y Ricardo Iglesias. Poco después también se sumaron Traverso, Jorge Recalde y Esteban Fernandino.
Con los fierros del Polaco, el cordobés fue imparable. En 1972 llegó el primero de los cuatro campeonatos que consiguió. Ese cetro le permitió al Ford cortar una racha de siete temporadas sin coronas. Luego repitió en 1974, 1975 y 1976. Además sumó otros tres segundos puestos tras escoltar a Estéfano (1973) y a Traverso (1977 y 1978).
Su último año en la categoría, al igual que el de Ford como equipo oficial, fue en 1979 y estuvo enmarcado por una furiosa disputa entre la ACTC y la automotriz a raíz de una denuncia contra los autos del Polaco centrada en las tapas de cilindros.
La última vez que Pirín corrió en el TC fue el 11 de noviembre de 1979 en la Vuelta de Tandil. Pese a aquella despedida Gradassi jamás perdió su pasión por el automovilismo y tal es así que en 1997 comenzó a correr en carreras de regularidad organizadas por la Asociación Cordobesa de Autos Antiguos utilizando el mismo Falcon azul y amarillo que tantas satisfacciones le dio en el TC y que por obvias razones estaba equipado con un motor standard.
Con su esposa como acompañante, Pirín, que había adaptado su auto para correr luego de un accidente cerebrovascular que lo dejó hemipléjico del lado izquierdo, se dio el gusto de lograr un subcampeonato en 2002.
El 4 de febrero de 2003, a los 69 años, Héctor Luis Gradassi falleció víctima de una cruel enfermedad. Ese día el automovilismo lloró a un grande, a uno de verdad…