Cuando el Halo se estrenó en 2018, después de un par de años de desarrollo, causó cierto rechazo entre los fanáticos del automovilismo debido a que cambió la fisonomía de los monopostos. Sin embargo, este dispositivo de seguridad que protege la cabeza de los pilotos demostró en reiteradas oportunidades su eficacia. De hecho, este domingo evitó una tragedia en la Fórmula 2 en el circuito inglés de Silverstone.
Durante la competencia dominical de la categoría antesala de la Fórmula 1 el israelí Roy Nissany (DAMS) salvó su vida gracias al Halo después de que el auto del noruego Dennis Hauger (Prema Racing) lo pasara por arriba.
El incidente ocurrió durante la primera vuelta mientras Nissany y Hauger luchaban por una posición. En la disputa el noruego se despistó y con su auto descontrolado tomó vuelo después de pasar por arriba de un pianito. Irónicamente, cayó sobre su rival quien segundos antes lo había forzado a salirse de pista con un toque…
Pocas horas después, el dispositivo fue puesto nuevamente a prueba, esta vez en la Fórmula 1 en la pista inglesa. Durante la largada del Gran Premio de Gran Bretaña, el chino Guanyu Zhou (Alfa Romeo) resultó ileso después de volcar su auto tras un toque con el inglés George Russell (Mercedes) y transitar varios metros con el vehículo invertido. El auto se trabó en la leca y hasta pasó las gomas de contención. Afortunadamente, Zhou no sufrió lesiones de importancia.
El Halo consiste en tres barras flexibles de titanio ubicadas delante y sobre la cabeza del conductor, que tiene un peso de 10 kilogramos. Fue ideado por el equipo Mercedes de F.1 y luego desarrollado en conjunto con la Federación Internacional del Automóvil.
Los resultados de las pruebas realizadas por la FIA fueron tan bueno en comparación con el Aeroscreen, el otro concepto creado por Red Bull Racing, que la entidad obligó su utilización a las restantes categorías de monopostos como Fórmula 2, Fórmula 3 y Fórmula 4.
Pese a haber sido rechazado por la FIA, el Aeroscreen tuvo una segunda oportunidad en la categoría estadounidense IndyCar, que lo emplea desde 2020.