Solo faltaban metros para el final de la carrera en Balcarce. Mauro Giallombardo estaba a un paso de conseguir su primera victoria en el Turismo Carretera. Solo un rezagado y la presión que le metía el escolta Guido Falaschi lo separaban del triunfo. Pero en unos pocos pasó lo peor. La transmisión televisiva se cerró mucho más rápido de lo habitual y en ningún momento entregó tranquilidad a los televidentes, algo muy común después de un accidente tan grave. Fue en ese instante cuando todos empezaron a caer en lo que estaba pasando. La ambulancia salió del circuito inmediatamente con Falaschi en su interior.
En la técnica, Giallombardo no paraba de llorar. Guillermo Ortelli, abatido como pocas veces, daba una nota para Carburando y se reunía en la técnica con otros pilotos. José María López les explicaba a sus mecánicos algunos detalles de lo que había ocurrido. A un costado, las promotoras del Oil hacían esfuerzos por contener el llanto. Poco a poco se empezaron a acercar otros pilotos, como Lionel Ugalde, Gabriel Ponce de León e incluso Juan Marcos Angelini, quien había abandonado tempranamente.
Las noticias que llegaban no eran alentadoras y peores eran los comentarios de quienes vieron de cerca lo sucedido. Fueron casi 40 minutos de incertidumbre hasta que finalmente las lágrimas y los insultos que salían de la técnica confirmaron la peor noticia: Guido Falaschi, de tan solo 22 años, había fallecido.
Es difícil explicar lo que se vivió después de ese momento. Los pilotos se retiraron uno a uno hasta que el recinto quedó vacío. Los miembros del Oil Competicion, que conocían muy bien al Príncipe por compartir equipo en el Top Race, no sabían cómo reaccionar ante la noticia; y ni hablar de los mecánicos del HAZ Racing Team, que se acercaron a una especie de balcón que ofrece La Barrosa para tratar de asimilar lo que estaba pasando.
Mucho se había hablado de la seguridad del circuito, de lo riesgoso que era este trazado, pero nunca nadie se imaginó que pudiera pasar algo así…
ASÍ COMENZÓ TODO
Luego del segundo relanzamiento, se sabía que la carrera no iba a terminar por vueltas sino por tiempo y Falaschi debía aprovechar esos últimos giros para intentar alcanzar a Giallombardo. El de Las Parejas quemaba los últimos cartuchos y atacaba al líder. En otro sector del circuito, y más retrasado, circulaba Emanuel Moriatis, quien se despistó y quedó en posición vertical sobre un talud, algo que inmediatamente tendría que haber provocado el ingreso del auto de seguridad. Sin embargo, la prueba siguió y Guido continuó descontándole a Mauro.
Durante la 23ª vuelta los punteros se encontraron con un rezagado que, en una situación normal, hubiera sido algo favorable para Guido. Pero en este caso sucedió lo contrario. A Leonel Larrauri los banderilleros le mostraron la bandera azul para que le cediera el paso al pelotón. Un giro antes el piloto del Dodge había amagado con ingresar a boxes, pero por esas cosas del destino decidió seguir. Así, con el motor en cinco cilindros, llegó muy lento a la zona del puente. Optó por abrirse para la izquierda para dejar pasar a los líderes, pero agarró la parte sucia de la pista (que encima tenía aceite a raíz de la rotura de un motor), se le desacomodó el auto y llegó a pegar contra la pila de neumáticos que funcionaban como contención.
LISTA NEGRA
En 84 años de historia de TC hubo 57 pilotos y copilotos que perdieron la vida suscompetencias. El anterior accidente fatal había sido el de Guillermo Castellano, quien falleció el 22/04/07 en Comodoro Rivadavia. A raíz de ese incidente, la ACTC extremó la seguridad en los vehículos y precipitó para ese mismo año la decisión de no correr más con acompañantes, algo que estaba previsto para el torneo 2008.
Su coche rebotó y volvió a la pista. Giallombardo pudo esquivarlo con lo justo, mientras que Falaschi tuvo que realizar una maniobra mucho más forzada, perdió el control de su auto y se fue contra las gomas que estaban apiladas en el sector opuesto.
Como sucedió con Larrauri, el coche de Guido también regresó a la pista producto de unas defensas mal colocadas, como se pudo apreciar con la gran cantidad de neumáticos de contención desparramados en el circuito tras ambos incidentes.
El primero en encontrárselo fue Ortelli, que venía tercero. El del Dole golpeó en la trompa del Ford verde del HAZ y lo dejó todavía más en el centro de la pista. Detrás aparecieron más autos. Algunos, pese al polvo en suspensión, pudieron evitar a Falaschi. Pero quien no pudo hacerlo fue Néstor Girolami, que con su Torino impactó contra el lateral derecho del auto de Guido. Ese fue el último impacto que recibió el de Las Parejas, mientras se sucedieron los despistes de Silva, Pernía, Fontana…
Inmediatamente la gente de rescate y los médicos comenzaron a trabajar para retirar a Guido del habitáculo. Después de unos minutos lo lograron, pero el estado de Falaschi ya era complicado. Se dijo que un hierro del auto se había metido entre sus costillas. Y el Pato Silva, su compañero de equipo y uno de los primeros en acercarse al auto, aseguró que le levantó la visera del casco y Falaschi le comentó que tenía calor…
Rodolfo Balinotti, médico de la ACTC, aseguró que “la lesión que produjo la muerte fue una fractura en la base del cráneo. Solo presentaba esa lesión grave. Después tenía una contusión pulmonar y golpes en la cadera, que eran cosas menores”. Y agregó: “Cuando le saqué el casco a Guido, noté que estaba un poco flojo, medio punto más grande de lo que tenía que ser, porque salió muy fácil. Eso hace que el borde interior del casco, en un movimiento lateral, impacte abajo del oído; y a mí me parece que eso le causa la fractura”.
MÁS TESTIMONIOS
Antes de conocerse la muerte de Guido fueron muy pocos los pilotos que quisieron hablar. Giallombardo, al bajar del podio y sin estar enterado todavía sobre cuál era la situación, comentó: “No vi nada de lo que pasó. Solo observé a Larrauri y por suerte pude esquivarlo. Después, lo que pasó atrás no llegué a verlo. Estoy hecho mierda”. Pechito López, uno de los pocos que pasó sin golpear otro auto, también dejó su versión sobre lo ocurrido: “Entre la nube de tierra alcancé a ver a Guido. Empecé a hacer zig-zag entre los autos y gracias a Dios no enganché a nadie. Lo de Guido es terrible. Siempre hablamos de la seguridad, pero nunca creemos que realmente puede pasar algo así hasta que pasa”.
A Ortelli, el primero en impactar contra el auto de Falaschi, también se lo vio muy conmovido. “Fue terrible… Vi el auto de Guido que se golpeó y el mío se puso un poco de costado. Su coche volvió y luego sentí golpes de todos lados. Encima no se veía nada por la nube de tierra. Lo peor es que nadie frena y pasaron todos a fondo”.
Ezequiel Bosio también dijo lo suyo: “Hay que hacer algo para que esto no se repita y ver de qué forma se pueden evitar. Los autos son seguros y siempre se trabaja en la ACTC para mejorarlos. El problema pasa porque algunos pilotos no bajan la velocidad cuando se levanta tierra. Hay que tratar de trabajar en ese punto. Cuando me enteré lo primero que pensé fue en dejar de correr. Pero nací con esto y desde los tres años que empecé a competir en karting y vivo de ésto”.
Otro tanto opinó Leo Pernía: “Cuando fue el accidente me gritó mi ingeniero por la radio y levanté automáticamente. Norberto Fontana me tocó, pero gracias a su experiencia también me empujó hacia fuera. Es muy duro, pero uno sabe que ésta es una actividad de riesgo. Ahora hay que apoyar a los padres. Mi relación con Guido fue muy buena. Era un chico muy sano y tenía una frescura increíble”.
Por parte de la dirigencia de la ACTC nadie quiso opinar y coincidieron que no era el momento indicado para hablar…
Artículo de Cecilia Cinalli publicado en la revista CORSA N° 2111.
