En tiempos de movilidad ecológica, alta tecnología y manejo autónomo, resulta refrescante saber que hay autos que aún llevan la bandera de la experiencia de la vieja escuela. Tal es el caso del T.50 producido por Gordon Murray Automotive, la empresa del diseñador sudafricano que trabajó en la Fórmula 1 y fue el creador del mítico deportivo McLaren F1.
El T.50 debe su nombre a la celebración del 50º aniversario de los primeros diseños de Murray. Fiel a su espíritu británico -es fabricado en Inglaterra y la mayoría de sus piezas son de allí- cuenta con líneas puristas, elegantes y atemporales, que se conjugan con una confección de altísima calidad.
El auto completo se fabricó en fibra de carbono, ofreciendo un alto grado de rigidez torsional. La carrocería es tan ligera que el cuerpo completo del auto pesa menos de 150 kg, pero ofrece una seguridad tal como la de un F.1. Todo el vidrio utilizado para el parabrisas y las ventanas es un 28% más delgado de lo habitual para reducir el peso. El superdeportivo pesa apenas 986 kg.
El T.50 incorpora paneles activos bajo el chasis y dos spoilers dinámicos que ayudan a ofrecer un nivel de eficiencia aerodinámica y de conducción inigualables. Cuenta con seis modos para regular la aerodinámica: Auto, High Downforce, Streamline, Braking, Test, V-Max Boost.
Está equipado con un motor V12 de 3.9 litros, completamente aspirado y creado por Cosworth. Alcanza 653 CV a las 11.500 rpm y 467 Nm a las 9.000 rpm (con el 71% disponible desde las 2.500 rpm). El tacómetro llega a las 12.100 rpm, siendo el único motor aspirado de calle que alcanza dicha cifra. El motor cuenta con un “modo GT” que activa un mapa de combustión más amable para uso diario, urbano o de ruta.
Sus formas son muy similares a las del McLaren F1, tal como lo demuestra la forma de apertura de las puertas (hacia arriba), las ventanas tipo avión de combate y otros rasgos de diseño o de proporción.
También cuenta con un elemento que Murray utilizó en un auto de F.1: un ventilador de 400 mm que está en la parte trasera y que es directa referencia al Brabham BT46 que corrió en la máxima categoría a fines de los ‘70. Su función es succionar el aire que pasa por debajo del auto para canalizarlo a través del difusor un trasero. Cuando este sistema está activado la potencia máxima del súperauto puede llegar hasta los 700 caballos.
La transmisión es de accionamiento manual con seis relaciones proporcionada por Xtrac y fabricada en aluminio. Tiene cinco marchas cortas y una sexta larga, pensada solamente para la ruta.
Emplea una suspensión de doble horquilla, fabricada en aluminio forjado. La dirección es sencilla, de piñón y cremallera, con asistencia hidráulica solo para maniobras a baja velocidad. También se redujo el peso en las masas de las llantas, que además se ajustan al auto por una sola tuerca. Brembo firma los calipers y los discos de compuesto carbono-cerámico.
El interior está diseñado para tres ocupantes con el conductor ubicado en el centro, tal como el McLaren F1. Tiene un sistema de audio de 10 parlantes y 700 watts, además de soporte para Apple CarPlay y Android Auto. Aunque no lo parezca tiene un baúl con capacidad de 288 litros.
Su despeje, de entre 120 y 140 mm, le permiten al T.50 ser usado diariamente, evitando los golpes contra lomos de burro u otros desniveles. Aunque es un auto minimalista y deportivo, todos los materiales empleados son de primera calidad.
El T.50 tendrá una producción limitada a 100 unidades y precio cercano a los 3.08 millones de dólares, bastante menos de lo que cuesta un McLaren F1 en la actualidad.