El equipo Red Bull Racing de Fórmula 1 ha realizado cambios en sus monoplazas después de una serie de discusiones con la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en la previa del Gran Premio de Estados Unidos de este fin de semana. Estas conversaciones surgieron a raíz de la preocupación de algunos equipos rivales respecto a un posible aprovechamiento de las normas que regulan el trabajo permitido en los autos entre el inicio de la clasificación y la carrera, bajo las llamadas condiciones de parque cerrado.
El reglamento de la F.1 impide que se realicen ajustes en la configuración de los autos una vez que estos entran en parque cerrado, es decir, desde el comienzo de la clasificación hasta el final de la carrera. Sin embargo, surgieron rumores sobre la existencia de un dispositivo en los autos de Red Bull que permitiría modificar la altura del auto sin ser detectado, una ventaja significativa que podría afectar el rendimiento durante la carrera.
Un representante de alto nivel de Red Bull confirmó la existencia de dicho dispositivo, aunque aclaró que no era accesible una vez que el auto estaba completamente ensamblado y listo para correr. “Sí, existe, aunque es inaccesible una vez que el auto está completamente armado. En las numerosas correspondencias que hemos tenido con la FIA, este tema surgió y hemos acordado un plan a seguir”, comentó el miembro del equipo sin ofrecer más detalles.
Tanto Max Verstappen, triple campeón mundial y líder actual del campeonato, como Sergio Pérez, negaron haber obtenido ventaja alguna gracias al dispositivo. “Nunca hablamos de eso. Sabíamos que existía, pero no estaba disponible para nosotros”, aseguró Pérez. Por su parte, Verstappen añadió: “Para nosotros, era solo una herramienta útil cuando las piezas estaban desmontadas. No podíamos tocarlo una vez que el auto estaba armado, así que no cambia nada”.
La FIA, en un comunicado posterior, enfatizó que cualquier ajuste a distancia al suelo del auto durante las condiciones de parque cerrado está estrictamente prohibido. Además, aclararon que, aunque no se ha detectado el uso de tal sistema por parte de ningún equipo, se mantendrán vigilantes para evitar cualquier infracción de las normas.
La federación ha implementado nuevos procedimientos, que incluyen la posible aplicación de un sello en las partes críticas del auto para asegurar el cumplimiento del reglamento.
Estos cambios llegan en un momento clave de la temporada, donde Red Bull se encuentra 41 puntos por detrás de McLaren en el campeonato de constructores. Con seis carreras restantes, cada detalle técnico y reglamentario puede marcar la diferencia en la lucha por los títulos.