El reino de Arabia Saudita prometió máxima seguridad para tranquilizar a los pilotos de Fórmula 1 presentes en Jeddah para disputar la segunda fecha del Mundial a pesar de un ataque terrorista a una instalación petrolera cercana por parte de los rebeldes hutíes de Yemen.
Los corredores expresaron su preocupación por el ataque realizado el viernes, que envió humo negro sobre el área y fue parte de una ola de ataques con aviones no tripulados y misiles que desencadenaron ataques aéreos de represalia contra los bastiones rebeldes.
Los rebeldes huzíes respaldados por Irán dispararon contra 16 objetivos en Arabia Saudita al cumplir siete años desde que la coalición liderada por Arabia Saudita intervino en apoyo del gobierno en Yemen, el país más pobre del mundo árabe.
Después de horas de conversaciones con los pilotos, directores de equipo y funcionarios saudíes el viernes, la Fórmula 1 y la Federación Internacional del Automóvil dijeron que habían recibido “garantías” de que la carrera en Jeddah se puede llevar a cabo de manera segura.
“Las autoridades del gobierno saudí y las agencias de seguridad… han dado garantías completas y detalladas de que el evento es seguro”, dijo un comunicado conjunto. “Se ha acordado con todas las partes interesadas mantener un diálogo claro y abierto durante todo el evento y para el futuro”, se agregó.
Los ataques contra objetivos que incluyen instalaciones petroleras, una estación eléctrica y una planta de agua se produjeron cuando los precios del petróleo se dispararon por los temores sobre el suministro tras la invasión rusa de Ucrania.
Arabia Saudita, uno de los mayores exportadores de crudo del mundo, ha rechazado los llamados para extraer más petróleo en un intento por estabilizar los mercados, y se apegó en cambio a los aumentos constantes acordados por la alianza petrolera OPEP+.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia estuvieron entre los países que condenaron los ataques del viernes, los últimos de una serie de ataques similares por parte de los huzíes.
La coalición liderada por Arabia Saudita respondió con ataques aéreos en Sanaa, la capital rebelde de Yemen, y la ciudad portuaria de Hodeidah, dijeron los medios oficiales saudíes. Los informes rebeldes de bajas no pudieron confirmarse de inmediato.