Franco Colapinto vivió uno de los fines de semana más desafiantes de su corta campaña en la Fórmula 1 en el Gran Premio de Las Vegas. Después de un espectacular accidente en la clasificación que resultó en un impacto de 50G contra el muro de la curva 16, el argentino no solo logró recuperarse físicamente, sino que también compitió en la carrera gracias al esfuerzo monumental de los mecánicos de Williams.
“La verdad que los chicos en el box hicieron un trabajo impecable”, expresó Colapinto emocionado tras cruzar la meta en la 14ª colocación tras partir desde los boxes. “Después del accidente pensé que no iba a poder correr, pero lograron reconstruir el auto en tiempo récord. Incluso dos horas antes de salir, se rompió la bomba de aceite y tuvieron que desmontar la caja de cambios y el motor. ¡Lo que trabajan estos pibes es una locura, merecen una estatua!”
Durante la clasificación, Colapinto arriesgó al máximo en el circuito urbano de Las Vegas, pero un pequeño error en la curva 16 en su intento de pasar a la Q3 lo llevó a impactar contra el muro. A pesar de la magnitud del golpe, que dejó su monoplaza gravemente dañado, el argentino salió del auto sin lesiones graves.
“Cuando me bajé del auto, estaba medio ‘bobito’, no sabía qué pasaba. Por suerte, los médicos me dieron el OK para correr”, admitió el piloto. A pesar del susto inicial, el verdadero desafío llegó en el garaje, donde el equipo Williams trabajó contrarreloj para poner a punto un chasis nuevo.
El esfuerzo de los mecánicos de Williams no pasó desapercibido, no solo por Colapinto, sino para sus seguidores. En redes sociales, el hashtag #ThanksWilliams se hizo tendencia, destacando la dedicación y profesionalismo del equipo inglés.
El caso de Colapinto y los mecánicos de Williams es un testimonio del espíritu de superación que define a la Fórmula 1. En un deporte donde cada segundo cuenta, la capacidad de recuperación del equipo y la determinación del argentino destacaron como una de las historias más memorables de este Gran Premio de Las Vegas.