La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha dado un giro sorprendente solo dos días después de anunciar una investigación genérica que apuntaba hacia el CEO de Mercedes, Toto Wolff. En un comunicado oficial, la entidad aseguró que no hay ninguna investigación en marcha y respaldó la integridad del sistema de gestión de cumplimiento de Formula One Management (FOM).
Tras revisar el Código de Conducta y la Política de Conflictos de Intereses de la F.1, la FIA expresó su “satisfacción con las medidas de protección existentes para mitigar cualquier conflicto potencial”. Afirmaron que, “el sistema de gestión de cumplimiento de la FOM es sólido y capaz de evitar filtraciones no autorizadas de información confidencial”.
La FIA confirmó que no hay investigaciones éticas o disciplinarias en curso que involucren a algún individuo. En su papel de regulador, reafirmaron su compromiso con la integridad y la justicia en el deporte del motor a nivel mundial.
EL BUEN NOMBRE DE TOTO WOLFF RESTITUIDO
Las sospechas sobre Toto Wolff surgieron a raíz de una supuesta declaración de un director de equipo de F.1, cuyo nombre no fue revelado. Sin embargo, un comunicado conjunto de las escuderías desmintió oficialmente cualquier sospecha. La reputación de Toto queda restituida sin más pesquisas.
Se sugería que una indiscreción de Toto durante una reunión de jefes de equipo expuso posibles filtraciones de información confidencial, generando preocupaciones sobre un presunto conflicto de intereses. Algunos jefes de equipo instaron a la FIA a intervenir debido a la cercanía de Toto a elementos dentro de la FOM, planteando la posibilidad de un conflicto de intereses.
MIRADAS HACIA SHAILA-ANN RAO Y SUSIE WOLFF
Las miradas se dirigieron hacia Shaila-Ann Rao, ex de Mercedes y la propia Susie Wolff, esposa de Toto, quien desempeña un papel crucial en la FIA como presidenta de la F1 Academy. La FIA, sin embargo, ha retractado la investigación sin señalar a ninguna persona en particular.
La entidad emitió un comunicado el martes sobre las especulaciones mediáticas y la presunta filtración de información confidencial. Ahora, en un giro inesperado, la FIA retracta sus pasos, dejando atrás la incertidumbre y permitiendo que la atención vuelva a centrarse en la emocionante competición de la Fórmula 1.
Este cierre repentino de la investigación plantea preguntas sobre la transparencia y el manejo de conflictos en la F.1, pero por ahora, el circo de la Máxima puede retomar su rumbo sin la sombra de la controversia sobre Toto Wolff y su papel en el corazón de la FIA y la FOM.