Durante la 21ª vuelta del Gran Premio de Estados Unidos de Fórmula 1, Fernando Alonso (Alpine) y Lance Stroll (Aston Martin) protagonizaron un toque que terminó con el auto del canadiense destrozado y el del español haciendo varios metros con las ruedas delanteras en el aire.
El incidente ocurrió cuando Stroll intentó defenderse del ataque de Alonso tirándose hacia la izquierda de manera abrupta. Inevitablemente, se tocan las ruedas y es ahí donde el Alpine del bicampeón levantó vuelo.
Según datos difundidos en un programa emitido en F1 TV, la plataforma de streaming de la Máxima, Alonso estuvo con el tren delantero en el aire a 296 km/h, la velocidad de despegue de un Boeing 747.
“Adquirió más velocidad que la que necesita un avión como un Cessna 172, que despegan a 177 km/h. La superficie de las alas del avión es similar a la superficie del suelo del Alpine…”, explicó el periodista Sam Collins cuando comentó las consecuencias de haber interrumpido el efecto suelo del auto de manera abrupta.
“Estoy contento de estar aquí hablando con ustedes porque podía estar en el hospital seguramente… Tomé el rebufo a Stroll, me moví en el último momento y él también… Fue un poco de mala suerte, no nos entendimos muy bien”, dijo el asturiano sobre la maniobra con su futuro compañero.
Después confesó que sintió mucho miedo por lo sucedido. “Cuando estaba en el aire tenía un poco de miedo porque cuando te vas hacia las vallas exteriores puedes hacer un giro de 360 y puede ser peligroso”, explicó Nano, que llegó séptimo, aunque luego un recargo de 30 segundos lo reclasificó en el 15° lugar.
Cómo fue el resultado final