A fines de la década de 1990 los argentinos tuvieron la posibilidad de hinchar nuevamente por un compatriota en la Fórmula 1. El destinatario de aquel aliento fue Esteban Tuero, quien con 19 años llegó a la categoría en 1998 de la mano del modesto equipo Minardi.
Con el Minardi M198-Ford disputó las 16 carreras del calendario y solo vio la bandera de cuadros en cuatro Grandes Premios (8º en San Marino, 15º en España, 16º en Alemania y 11º en Italia). Cuando todos le auguraban un mejor 1999 tras la experiencia adquirida, en la víspera de la pretemporada Tuerito decidió no seguir más en la Máxima.
Durante mucho tiempo el motivo de su decisión fue un misterio. Sin embargo, el mismo fue desvelado por el empresario Eduardo Ramírez, quien en aquella época era su manager, en una entrevista publicada en CORSA…
-¿Te sorprendió la decisión de Esteban Tuero de bajarse del Minardi?
-Sí, totalmente. Él estaba en la Argentina, en Miramar, y me dijo que no tenía ganas, que no quería seguir y que quería correr acá. Cuando le comenté eso a Giancarlo Minardi me pidió que le diera una semana más de vacaciones para que afloje. Pero viajamos a Europa y renunció.
-¿Cómo lo tomaste?
-Mi trabajo no es convencer a un piloto de que se suba ni de que se baje, mi trabajo es ayudar al piloto que quiere correr en F-1 y también ayudarlo cuando se quiere bajar…
-¿Pero todo eso habrá sido una sorpresa para vos?
-Te lo cuento porque ya “prescribió”… Nosotros estábamos negociando con Benetton y también había algo con Ferrari, que después se dio, y en la que Esteban hubiese quedado de tester. Pero nosotros teníamos casi asegurado un salto de Minardi a Benetton. Pocos saben esto, pero el contrato de Esteban en la Fórmula Nippon fue firmado por Flavio Briatore, que en ese momento ya lo estaba mirando.
-¿Esteban estaba al tanto de esas negociaciones?
-Sí, pero creo que Esteban se saturó. La gente se imagina que Minardi son dos autos de F-1, Giancarlo Minardi, una caja de herramientas y un camión para llevar los coches. Pero la fábrica de Minardi tiene casi una manzana, en esa época trabajan 150 personas, manejaba un presupuesto muy pequeño para la F-1 que son 60 millones de dólares por año y podía construir todo el auto de F-1 en su planta. Minardi era una máquina de coser. Para un chico de 18 años fueron presiones que no eran fáciles de manejar.