La pandemia de coronavirus ha provocado una crisis financiera en la mayoría de las empresas del mundo. La Fórmula 1 no es la excepción como lo demuestra las pérdidas registradas en el último trimestre. Entre julio y septiembre perdió 88 millones de euros, una cifra sustancial teniendo en cuenta que en 2019, en ese mismo periodo, tuvo 27 millones de beneficios.
Para ser más exactos, en esos tres meses se recaudaron 506 millones de euros contra los 536 millones de 2019. Además, se les pagó a los equipos 373 millones de euros por la renovación del Pacto de la Concordia.
“Los resultados del tercer trimestre de 2020 se vieron afectados por la ausencia de aficionados, la ubicación de las carreras, así como el calendario de carreras revisado y el reconocimiento prorrateado de ciertas corrientes de ingresos”, le explicó un vocero de Liberty Media a Autosport.
Más allá del resultado final del periodo, fue mucho mejor que el segundo entre abril y junio, donde ingresaron 20 millones de euros frente a los 525 millones que se percibieron en esos mismos meses del año pasado. Está claro que el motivo de semejante diferencia fue que no hubo carreras por causa del COVID-19.
“Los ingresos primarios de la Fórmula 1 disminuyeron principalmente debido a los limitados ingresos por promoción de carreras recibidos, ya que se prohibieron los aficionados en todas las fechas excepto una durante el tercer trimestre”, explicaron desde la empresa dueña de la categoría.
Afortunadamente, Liberty Media reaccionó rápidamente para armar un calendario de 17 Grandes Premios entre julio y noviembre. Si bien son menos carreras que las 22 previstas originalmente, fueron suficientes para cobrar varios millones en concepto de derechos televisivos.