El impresionante ascenso de Aston Martin en la parrilla de la Fórmula 1, convirtiéndose en contendientes habituales al podio esta temporada, ha sido un golpe de realidad para los equipos rivales y para la propia categoría en su conjunto, según el jefe de Alpine, Laurent Rossi.
El equipo con sede en Silverstone, propiedad del multimillonario canadiense Lawrence Stroll, terminó en el séptimo lugar el año pasado, pero ahora se encuentra en el tercer puesto, habiendo estado en la segunda posición durante un tiempo, solo por detrás de los líderes indiscutibles Red Bull y los antiguos campeones Mercedes.
Fernando Alonso, el campeón del mundo de 41 años que pasó de Alpine, propiedad de Renault, a Aston Martin a finales del año pasado, ha subido al podio seis veces en ocho carreras, logrando dos segundos puestos. El español es el mejor del resto, detrás del líder dominante de Red Bull, el neerlandés Max Verstappen, y del mexicano Sergio Pérez en la clasificación de pilotos.
Alpine, que terminó en cuarto lugar el año pasado y esperaba reducir la brecha con los tres primeros, se encuentra en el quinto puesto, con los franceses Esteban Ocon y Pierre Gasly en el noveno y décimo lugar respectivamente.
“Creo que fue una llamada de atención para Mercedes, Ferrari, nosotros. Para todos. Para todo la categoría”, dijo Rossi. “Estábamos cómodos pensando que estábamos en ascenso, y todos los demás también, y de repente hay un tipo que nos adelanta a todos”, agregó.
Aston Martin ha reclutado personal técnico clave de Red Bull, especialmente el director técnico Dan Fallows, y de los proveedores de motores Mercedes, pero Rossi sugirió que también han sacudido las formas aceptadas de pensar.
“Es una industria que ha estado haciendo más o menos lo mismo durante tanto tiempo que se ha convertido en una norma que lleva tanto tiempo llegar allí. Es cierto para todo, incluso para los automóviles de calle. Han cambiado un par de cosas, más rápido, de manera diferente, han tomado un poco más de riesgo y ha dado sus frutos”, analizó.
Rossi afirmó que Alpine necesita intentar emular eso acelerando los procesos para obtener piezas mejoradas en el automóvil, asumiendo más riesgos y aprovechando su condición de equipo de fábrica.
Alpine se embarcó el año pasado en un plan de 100 carreras, equivalente a cuatro o cinco años, para llegar al punto de luchar por títulos.
“La gente comienza a rascarse la cabeza pensando que tal vez seamos un poco demasiado conservadores aquí, tal vez estamos haciendo demasiadas validaciones, tal vez podamos acortar el proceso aquí y allá”, confió Rossi.
“Te das cuenta de que con el tiempo has construido tantos de esos pasos extra cautelosos porque abordas el problema un día y te dices a ti mismo ‘ok, la próxima vez haremos esto todo el tiempo’. Ahora lo miras y con la perspectiva tal vez esto ya no sea necesario. Así que estamos revisando muchas cosas”, concluyó.