Aunque ya han pasado más de cinco décadas de la seguidilla de victorias de Ford en las 24 Horas de Le Mans, la marca del Óvalo se ha encargado de mantener viva esos éxitos conseguidos en la mítica prueba con ediciones especiales de renovado Ford GT que está inspirado en el Ford GT40. En este caso el homenaje es al Mk IV que ganó en 1967.
El nuevo Ford GT Mk IV, que será el punto final de esta generación del GT, es un superdeportivo radicalmente avanzado que solo se puede utilizar en circuitos. Solo se producirán 67 unidades -por obvias razones- que serán fabricadas a mano por Multimatic en Canadá. ¿El precio de esta joya mecánica? 1,7 millones de dólares.
Para ofrecer un rendimiento sin restricciones, superior al de cualquier Ford GT hasta la fecha, el Ford GT Mk IV tiene un exclusivo motor EcoBoost biturbo de 800 caballos (140 CV más que la versión estándar), transmisión de carrera, diseño exterior aerodinámico y chasis con una distancia entre ejes más larga para un mejor desempeño en la pista.
EL ORIGEN DEL FORD GT MK IV
Basándose en el triunfante final 1-2-3 de Le Mans de 1966 del Ford GT Mk II, el equipo de desarrollo de Ford no se guardó nada y rediseñó el coche desde cero con tecnología e ingeniería de última generación. Así nació el Ford GT Mk IV.
Para aprovechar las nuevas ventajas de la ciencia de los materiales, los ingenieros de Ford y Kar Kraft desarrollaron un nuevo chasis liviano utilizando una construcción de aluminio alveolado adherido con adhesivo con una carrocería más aerodinámica y lo llamaron J-Car porque fue construido según las nuevas reglas del Apéndice J de la Federación Internacional del Automóvil.
Combinado con el famoso motor Ford V8 de 7.0 litros y un transeje especial con su propio sistema de enfriamiento que llevaba la potencia a las ruedas traseras, el Ford GT Mk IV de 1967 era 23 centímetros más largo y estaba construido específicamente para dominar las carreras de resistencia mundial.