En una jornada cargada de nostalgia y emoción, Fiat Argentina conmemoró los 125 años de historia en el mundo y 105 años en el país. El lugar elegido para la celebración fue el Museo del Fitito. Allí más de 100 invitados especiales rindieron homenaje a una marca que ha dejado una huella imborrable en la industria automotriz y en el corazón de millones de argentinos.
La exposición central del evento fue una verdadera fiesta para los sentidos, con más de 15 modelos emblemáticos de distintas épocas que recorrieron la historia de Fiat en Argentina. Desde el clásico 508 S Balilla hasta el moderno Fiat Fastback, cada vehículo presente fue una pieza clave en la construcción de un legado que perdura hasta nuestros días.
El Topolino, el 1500, el 800 Spider, el inolvidable 600, el 128 y el 147 Sorpasso fueron algunos de los protagonistas que deslumbraron a los presentes, evocando recuerdos y despertando pasiones. Cada modelo era una cápsula del tiempo que transportaba a los asistentes a épocas pasadas, llenas de anécdotas y aventuras sobre ruedas.
“A lo largo de su historia, Fiat protagonizó momentos decisivos que marcaron la industria automotriz. Más que desarrollar automóviles, construyó sueños y oportunidades. Cumplir 125 años es una hazaña que sólo una marca con verdadera tradición puede lograr. Vale la pena destacar que Argentina, con sus más de 100 años de historia, juega un papel esencial como uno de los principales mercados de Fiat, donde se desarrollaron diferentes modelos icónicos que forman parte de la vida de millones de argentinos”, afirmó Martín Zuppi, director general de Stellantis Argentina.
La jornada también estuvo marcada por la presencia del emblemático Fiat Regatta de TC2000, el auto que llevó a Cocho López a la cima del automovilismo argentino en los inicios de la categoría. Con cinco victorias en su haber, el “Regatta, vencedor” fue el centro de atención de los amantes de las carreras, quienes escucharon con atención las palabras de su piloto, quien compartió anécdotas y emociones de aquella época dorada.
Este festejo reunió a personas de todas las edades, desde empleados de los inicios industriales y autoridades del partido de Tres de Febrero hasta jóvenes entusiastas de los autos clásicos. Todos ellos compartieron una misma pasión: Fiat. Fue una oportunidad única para intercambiar experiencias, anécdotas y conocimientos sobre la marca, consolidando así una comunidad de fanáticos unidos por un mismo amor.