El Fiat 500, uno de los modelos más populares del mundo, tiene su propia estampilla. La misma fue realizada especialmente por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Italia para celebrar el sexagésimo cumpleaños del famoso vehículo.
Esta pieza de colección, producida en 1.000.000 de unidades, muestra el inconfundible perfil del histórico 500 superpuesto al perfil del igualmente famoso 500 actual. El fondo es azul oscuro con una franja con los colores de la bandera italiana cerca del borde superior, enmarcando las fechas 1957-2017 y con las palabras “Fiat Nuova 500″ en el mismo tipo de letra que reproduce el de los carteles publicitarios de 1957.
Se trata de una auténtica obra de arte en miniatura, que celebra la realización de un gran sueño de movilidad y libertad.
El 500 es, sin duda, un milagro de diseño italiano, pero también y sobre todo un automóvil que ha mejorado la vida diaria de millones de personas, ha acompañado la recuperación económica, ha puesto Italia sobre cuatro ruedas y después la ha exportado a todo el mundo, tanto que hoy el 80 % de los 500 de nueva generación se vende fuera de Italia y es líder en Europa.
En estos sesenta años, el Fiat 500 se ha convertido en un auténtico icono gracias a su funcionalidad y a su forma y tecnologías innovadoras, que se pueden reconocer en el diseño de su inconfundible carrocería y en la versatilidad de uso.
Con un lugar permanente en la memoria colectiva de los productos de masa con un alma y una fuerte personalidad, durante décadas el 500 ha creado escuela, influyendo y determinando las formas y contenidos de la mayoría de los utilitarios modernos.
El 500 protagonizó en 2007 otra fase de gran relevancia cultural para todo el mundo del automóvil que, mediante una evolución tecnológica y de la forma, ha permitido que el nuevo modelo haya alcanzado el éxito en todo el mundo. Un legado de inmenso valor del que pocos fabricantes de automóviles pueden presumir.
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