
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) convocó una reunión crucial con los fabricantes de motores de la Fórmula 1 en el marco del próximo Gran Premio de Bahréin, para discutir una posibilidad que genera nostalgia y controversia a partes iguales: el regreso de los motores V10 al campeonato, esta vez impulsados por combustibles 100% sostenibles.
UN CAMBIO RADICAL PARA EL FUTURO DE LA F.1
La propuesta surge como parte de una evaluación más amplia sobre el rumbo técnico que tomará la F.1 después de la implementación de las nuevas unidades de potencia híbridas V6 previstas para 2026. Sin embargo, desde la FIA ya se plantea una posible transición hacia motores V10 para la temporada 2028, acortando el ciclo actual.
El retorno de los V10 no sería una simple vuelta al pasado. Según el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, la idea es combinar el rendimiento y el sonido característico de estos motores con las exigencias ambientales actuales, utilizando combustibles sostenibles y con una ingeniería más accesible y económica que la tecnología híbrida actual.
¿QUÉ OPINAN LOS EQUIPOS?
Aunque la propuesta aún no ha sido formalmente presentada, ya genera reacciones. Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA, confirmó que la discusión está en marcha pero que no se ha formulado una propuesta concreta. No obstante, varias voces del paddock ya se han pronunciado.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull Racing, se mostró abierto al regreso de los V10 si se implementan con responsabilidad: “Si se puede volver a tener ese rugido de los motores V10 con combustibles sostenibles y sin comprometer el medio ambiente, sería fantástico para el espectáculo”.
FABRICANTES EN ALERTA
Uno de los principales desafíos es el compromiso que marcas como Audi y Honda han asumido con la F.1 bajo la promesa de una era híbrida centrada en la electrificación. Un cambio de reglamento tan profundo podría generar tensiones con los proyectos en marcha, que ya invierten recursos significativos para 2026.
La posibilidad de aplazar esas nuevas reglas dos años y extender las actuales hasta 2028 permitiría una transición más ordenada. Además, los motores V10 sostenibles se perfilan como una alternativa menos costosa, en una F.1 cada vez más atenta a su equilibrio financiero y a su impacto ambiental.
¿UNA FÓRMULA 1 MÁS VISCERAL?
El regreso de los motores V10 no es solo una cuestión técnica. También representa una oportunidad para reconectar con los fanáticos que añoran la era dorada de la F1, donde el sonido era parte esencial del espectáculo. Si se logra equilibrar esa pasión con la responsabilidad ambiental, la F.1 podría estar frente a una nueva revolución tecnológica y emocional. ¿Qué opinas?