En el paddock de la Fórmula 1 no duda que el alemán Mick Schumacher, hijo del múltiple campeón Michael Schumacher, tiene un futuro asegurado en la máxima categoría. De hecho, Ferrari no dudó en reclutarlo para su Academia, un poco por su talento y mucho por el cariño que le tienen a su padre en la Scuderia.
Más allá de su linaje, a Mick lo comenzaron a ver con buenos ojos luego del título logrado en 2018 en la Fórmula 3 Europea. Eso le permitió llegar a la Fórmula 2 con el padrinazgo del equipo de Maranello en el que su padre logró cinco de sus siete títulos.
Aunque el 2019 lo cerró con un pálido 12° lugar, en esta particular temporada de 2020 las cosas parecen haber mejorado. Este año, nuevamente junto al Prema Racing, ya logró cuatro podios (fue una vez segundo y tres tercero) y está quinto en el certamen.
“Mick lo está haciendo bien en Fórmula 2 esta temporada. Su trabajo era mejorar y lo está haciendo”, analizó con ojo crítico Mattia Binotto, responsable máximo del equipo Ferrari, en una entrevista a Bild am Sonntag.
El team-manager también aseguró que el futuro de este joven de 21 años se resolverá en poco tiempo más y que correr en la F.1 podría ser una opción: “Hablaremos pronto con él sobre los planes para el año que viene, pero lo lógico sería primero un equipo pequeño de F-1, donde lo pueda entender todo y a partir de ahí ir mejorando lentamente”, señaló Binotto.
¿Cuál sería ese equipo? Sin dudas, Alfa Romeo, directamente relacionado con Ferrari. En la actualidad tiene como pilotos al italiano Antonio Giovinazzi y al finlandés Kimi Räikkönen, aunque ninguno de los dos tiene asegurada su continuidad.
