Un tribunal de la ciudad de Bolonia, en Italia, estableció que el Ferrari 250 GTO de 1962 es, oficialmente, una obra de arte. Este fallo está relacionado con una queja que presentó Ferrari para proteger el diseño del famoso coche de posibles imitaciones.
Según la Unión Industrial de Turín esa es la primera vez que un coche está protegido por derechos de autor. De esta manera, el fabricante italiano se adelantó a una empresa de la ciudad de Modena que planeaba fabricar réplicas de su clásico 250 GTO.
Este modelo es uno de los más famosos del fabricante de Maranello. Su producción se limitó a 36 unidades por lo que tiene un alto valor entre los coleccionistas.
De hecho, en agosto del 2018 se convirtió en el automóvil de producción más caro del mundo después de que se pagaran por uno de esos ejemplares más de 40 millones de euros en una subasta.
El modelo en cuestión fue uno de los cuatro GTO que mejoró el carrocero Scaglietti con un alerón trasero y luces intermitentes bajo los faros principales. En la parte mecánica, cuenta con un motor V12 tipo 168/62 competizione en lugar del V12 250 GTO original.