El fin de semana el Mundial de Motociclismo vuelve a la Argentina después de dos años tras la pausa obligada por la pandemia de coronavirus. Lamentablemente, los fans argentinos que inunden las gradas del Circuito Internacional de Termas de Río Hondo se quedarán con las ganas de ver a Valentino Rossi, quien decidió dejar el motociclismo a fin del año pasado.
Las esperanzas de que el Doctor esté, al menos, paseándose por los boxes atento a lo que haga su equipo de MotoGP en el que corren su hermano Luca Marini y Marco Bezzecchi también se han desvanecido ya que Vale tiene un compromiso asumido en el automovilismo.
Es que este mismo weekend, el astro italiano correrá en el circuito de Imola -distante a media hora de su domicilio en Tavullia- en la primera fecha de la GT World Challenge Europa, división que eligió para centralizar su campaña deportiva dentro del automovilismo.
Rossi competirá con un Audi R8 GT3 del equipo belga WRT, llevará el número 46 y se alternará al volante del suizo Nico Muller y del belga Frederic Vervisch.
“Finalmente, llega la primera carrera y además, en Italia, lo que es genial. Será en Imola, que es un circuito fantástico y con una gran historia. Hicimos un test ahí, el feeling con el coche fue bueno y el ritmo no fue malo. Estamos listos para este primer evento”, afirmó Rossi.
“Todo será nuevo para mí, pero creo que entenderé las cosas mejor según vaya pasando el fin de semana. También espero que vengan muchos aficionados a apoyarnos”, agregó el ex motociclista, que este año participó en las 12 Horas del Golfo junto a su hermano Luca y su amigo Uccio Salucci.
Al menos el espíritu de Rossi estará presente en el circuito santiagueño ya que habrá un mural dedicado al múltiple campeón que repasará su exitosa campaña en las dos ruedas.