
La empresa australiana Alauda Aeronautics ha presentado el Airspeeder MK4, un monoplaza volador de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) que puede alcanzar los 360 km/h.
El MK4, que tiene capacidad para una sola persona, está equipado con un turbogenerador que puede funcionar con hidrógeno verde y produce 1.340 CV, moviendo unas hélices ubicadas en sus extremos.
Según la compañía australiana, “el vehículo ofrece sensaciones a medio camino entre un coche de Fórmula 1 y un caza de combate”.
El eVTOL de Alauda es capaz de alcanzar su velocidad máxima en apenas 30 segundos gracias a una aerodinámica muy trabajada y su peso contenido, de solo 950 kg. Además, se estima que tiene una autonomía de 300 kilómetros.
La compañía ya empezó las pruebas del Airspeeder MK4 y si todo va como tiene previsto estará listo para tomar la salida en el Airspeeder Racing Championship, un campeonato específico para este tipo de vehículos que comenzara en 2024.
Alauda Aeronautics mira más allá de las carreras y apunta hacia un mundo en el que los coches voladores privados sean una realidad cotidiana y un medio viable de transporte urbano.
El desarrollo de esta tecnología podría revolucionar el transporte y mejorar la movilidad urbana. En lugar de lidiar con el tráfico terrestre, los conductores podrían simplemente despegar y aterrizar verticalmente en un lugar cercano a su destino, lo que permitiría una mayor eficiencia y rapidez en los desplazamientos.
Además, los coches voladores eléctricos también tienen el potencial de ser más amigables con el medio ambiente y reducir la huella de carbono en la industria automotriz y del transporte en general.
La tecnología del hidrógeno verde, utilizada en el Airspeeder MK4, es una alternativa interesante a los combustibles fósiles y puede ser una opción viable para el futuro de la movilidad.