Un 50 % de los vehículos nuevos que circularán en 2040 por Estados Unidos será autónomos, por lo que representarán el 35 % del parque automovilístico de ese país, según un estudio elaborado por la firma calificadora Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings.
Según S&P, entre 2020 y 2030 el mercado crecerá y estará dominado por vehículos semiautónomos (entre los niveles 1 y 3 de autonomía) que requerirán la presencia de un conductor al volante; aunque la firma calificadora cree “probable” que en 2023 haya algunos totalmente autónomos de nivel 4.
Asimismo, S&P anticipa que para 2030 habrá una implementación más rápida del vehículo autónomo en taxis de rango limitado operados por compañías trasnacionales, así como algunos vehículos completamente autónomos de nivel 5, lo que supondría un aumento del tráfico y de las congestiones, según la firma calificadora.
Esto “aumentará la demanda de estacionamiento”, lo que supondrá una complejidad para la planificación de las infraestructuras debido a que la congestión urbana sobrepasará el tránsito tradicional, apunta la firma.
Para S&P la integración de vehículos totalmente autónomos de nivel 5 para uso comercial (paquetería y transporte a larga distancia) “se ampliará aún más a partir de 2030”, al tiempo que prevé un “mayor crecimiento” por parte de las empresas de movilidad como servicio.
“A medida que se desarrolle la infraestructura y que se expanda la penetración del mercado, los vehículos autónomos se extenderán desde las áreas metropolitanas a los suburbios densamente poblados y a las regiones rurales”, ha señalado S&P.
Por último, los avances en la tecnología V2V (comunicaciones entre coches) y V2I (coche conectado con la infraestructura) permitirán el ‘platooning (los vehículos se seguirán entre sí de forma automatizada)’, lo que generará un aumento de la capacidad de la carretera en algunos corredores.