Muchas personas se lamentaron hace unos días cuando Volkswagen anunció su decisión de dejar de producir el VW Beetle en el estado mexicano de Puebla a partir del próximo año. Sin embargo, eso no significa la desaparición de este modelo ya que tendría en un futuro cercano una nueva generación eléctrica.
Con cerca de 80 años de vida y tres generaciones, el Volkswagen Tipo 1, como se le conoció originariamente, es un clásico de la industria automotriz. Este modelo, creado por Ferdinand Porsche a pedido de Adolf Hitler, alcanzaba una velocidad de 100 km/h, tenía un bajo consumo y en él podían viajar cuatro personas o dos adultos y tres niños.
Algunos modelos posteriores se han alejado del inicial, no han sido económicos, sino caros; tampoco sencillos, sino deportivos o descapotables, aunque mantienendo la línea estética redondeada del diseño creado por Porsche.
Para celebrar el final de la producción, la compañía alemana ha dicho que va a fabricar dos modelos especiales, que serán el Final Edition SE y el Final Edition SEL. Estarán disponibles en coupé y convertible con un motor naftero de 2 litros y en colores beige safari y azul lavado a piedra, así como en blanco, negro y gris. Incluirán un equipamiento exclusivo y elementos de decoración lujosos únicos.
Para cubrir las exigencias de los conductores estadounidenses, todos los modelos de esta edición final ofrecen asistencia a la conducción. Volkswagen deja de producir el Beetle porque sus ventas han caído en América, donde los conductores prefieren los SUV.
UN POCO DE HISTORIA
El primer Escarabajo salió de la cadena de montaje de Wolfsburg, localidad al norte de Alemania donde el grupo VW tiene su sede, por primera vez en 1938 y, desde entonces, Volkswagen ha vendido más de 21 millones de unidades en todo el mundo.
Entre 1940 y hasta el final de la Segunda Guerra Mundial apenas se produjeron 630 automóviles en serie, sólo para oficiales nazis privilegiados. Diez años después del final de la Segunda Guerra Mundial salió de la cadena de montaje de Wolfsburg la unidad un millón y el modelo se convirtió en un símbolo del milagro alemán.
Su carácter de culto es tal que el Beetle tiene clubes de fans que organizan encuentros en Europa y Estados Unidos. También se ha convertido en un objeto de culto como lo fue para el actor estadounidense Paul Newman (1925-2008), que convirtió uno en un caprichoso y extravagante coche de carreras.