A fines de agosto, la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) organizó un concurso en respuesta a la renovación de su parque para 2024 a través de la incorporación de carrocerías de Ford Mustang, Chevrolet Camaro y Dodge Challenger. El objetivo de la propuesta: el rediseño del icónico Torino para mantenerse a la par de los muscler cars estadounidenses.
El concurso, en el que podía participar cualquier persona, se extendió durante una semana. Pese al escaso tiempo resultó un éxito en cuanto a participación. El proyecto ganador fue el del estudio platense Division Creative Lab (DCL), que acumuló más de 93.000 votos en la fase final en la que participaron otras cinco propuestas.
El renovado Torino de DCL se realizó sobre la base estructural de un Challenger, aunque con una estética visual que lo asemejaba al Torino de la década de 1960 en varios aspectos.
Tras definir el restyling del Toro, la ACTC comenzó con el siguiente paso: convertir el diseño en una realidad palpable. Sin embargo, el entusiasmo inicial se topó con una serie de desafíos de factibilidad.
El concurso, caracterizado por su libertad interpretativa, dejó lugar a un diseño que, aunque visualmente impresionante, presentó obstáculos considerables en su implementación práctica.
Aunque DCL se basó en el Challenger para facilitar su construcción, la ACTC y Maxi Juárez, el ingeniero encargado del proyecto final, se encontraron con numerosos inconvenientes para crear el auto en tiempo y forma. De hecho, no formó parte del “lanzamiento” oficial de los “nuevos” autos en la última carrera del torneo 2023 en San Juan.
Ante esta situación, se tomó la decisión de conservar únicamente los aspectos visuales de la trompa y la cola del diseño presentado por DCL. Por lo que ahora es un misterio cómo lucirá el nuevo Torino. Tampoco se sabe cuándo comenzará las pruebas o si estará en condiciones de debutar, en manos del Trotta Racing, en la primera fecha del campeonato 2024 prevista para el 25 de febrero.
