Tras la decisión de la Federación Internacional del Automóvil de intervenir en el reglamento técnico de la Fórmula 1 para eliminar el porpoising, un rebote que tienen algunos autos derivados del efecto suelo, el Gran Premio de Canadá de este fin de semana será la primera carrera en la que utilizará un sistema para monitorear esa tendencia que se considera insegura.
El ente rector utilizará una Métrica de Oscilación Aerodinámica (AOM), que se calcula a través de los acelerómetros ya instalados en los autos y que permiten medir, entre otras cosas, oscilaciones verticales.
Los equipos deben calcular el AOM para su auto en base a tres vueltas en la tercera sesión de pruebas libres sin usar el DRS. Posteriormente, la FIA examinará los datos y determinará si un automóvil está rebotando demasiado fuerte o con demasiada frecuencia y, en consecuencia, si es seguro competir.
En base a esa información la FIA elaborará una matriz AOM para determinar un parámetro que incluirá la altura, la rigidez vertical y la aerodinámica y que se deberá mantener para el resto del fin de semana.
Si un equipo desea cambiar su configuración deberá enviar primero un nuevo cálculo de AOM. En el caso de que no puede cumplir con los requisitos de la FIA, el despeje al piso deberá aumentarse 10 milímetros como mínimo.
Debido a que este será el primer fin de semana en que se aplicará este sistema, la FIA permitirá una serie de excepciones en el refuerzo del piso. Si bien esto podría llegar a provocar una infracción, la entidad evaluará si la modificación se ha realizado para reducir el porpoising.
Si este método de monitoreo funciona correctamente, la FIA buscará su aprobación definitiva en la reunión del Consejo Mundial del Deporte Motor que se realizará a fin de mes.