En cada rincón del Valle de Traslasierra, la Navidad se vive con una dosis extra de magia gracias a Daniel Antonio Casañas, el Papá Noel del lugar. Lo que comenzó como un parecido asombroso con el personaje de fantasía se ha convertido en una tradición de 18 años, donde su Renault 4 se ha transformado en el fiel “Reno” que lleva juguetes y alegría a miles de niños.
“No tengo 4 renos, pero tengo un Renault 4”, comparte Daniel con el equipo de Renault Argentina. Este vehículo, que recientemente celebró su sexagésimo aniversario de fabricación nacional, es mucho más que un automóvil; es el cómplice de las sonrisas y la felicidad que Daniel, conocido por todos como El Gaucho Noel de Traslasierras, comparte cada año.
EL “RENO” EN PERFECTO ESTADO
Para garantizar que el “Reno” esté en óptimas condiciones, Renault Argentina, en colaboración con Renault Care Service y el concesionario Tagle, ha liderado el reacondicionamiento del Renault 4 de Daniel. Un exhaustivo chequeo de 25 puntos, que incluyó tren delantero y trasero, suspensión, frenos, luces, y neumáticos, aseguró que el vehículo esté listo para llevar la alegría navideña a cada rincón del Valle de Traslasierra.
Renault no solo se ha limitado al reacondicionamiento del vehículo, sino que también ha donado réplicas de sus modelos Tortino RASTI y Alaskan RASTI, producidas de manera inclusiva en colaboración con la Asociación Civil Red Activos y GOTA. Además, la empresa RASTI se ha sumado a la iniciativa con la donación de 100 juguetes, complementando la colecta de juguetes realizada por colaboradores de Buenos Aires y Córdoba.
“La historia de Daniel llegó a nuestro conocimiento en un año muy especial para nuestra marca en nuestro país. Al enterarnos de esta historia, quisimos sumarnos a esta maravillosa iniciativa colaborando desde nuestro saber, logrando poner a punto el Renault 4 que tantas alegrías acerca a tantos niños y familias cordobesas”, afirmó Pablo Sibilla, Presidente y Director General de Renault Argentina
Daniel, nacido en Villa Ballester, Buenos Aires, encontró en el Valle de Traslasierra su hogar y su misión. Junto a su esposa, realiza un censo para determinar la cantidad de niños en la zona y, cada 24 de diciembre a la medianoche, recorren las casas repartiendo regalos. Su Renault 4 se convierte en el “Reno” que moviliza su proyecto solidario, contribuyendo a construir un futuro lleno de memorias únicas y duraderas.