Dakar Future. Ese es el nombre que los organizadores del legendario rally Dakar eligieron para definir a su plan de hacer que la emblemática competencia sea amigable con el medio ambiente. Con la mirada puesta en 2030, cuando se pretende que todos los vehículos sean cero emisiones, se trazó una ruta que tendrá su primer episodio en 2022 durante la 44ª edición que se realizará del 1 al 14 de enero en Arabia Saudita.
“No hicimos el anuncio del Dakar Future para soñar… Lo hicimos porque pensamos que ése es el camino”, explica David Castera, director del Dakar. “Hay muchos proyectos… No es un camino fácil, pero aspiramos a que en 2030 tengamos un Dakar totalmente eléctrico”, añadió el ex motociclista y navegante.
Las empresas ya recogieron el guante. Audi se estrenará en la difícil prueba con un prototipo híbrido que utiliza un motor de combustión para generar energía eléctrica; mientras que en 2024, Toyota participaría con un modelo que, seguramente, usará hidrógeno.
“Hacer un vehículo eléctrico no es complicado, lo más difícil es saber de dónde viene esa electricidad”, reflexionó Castera. “Audi, por ejemplo, tiene un motor que funciona como un generador y que gasta poco combustible. Esa es una buena solución, pero nosotros queremos cero emisiones. Es por eso que estamos atentos al hidrógeno y a otras soluciones”.
Cuando Automundo lo consultó sobre cómo se adaptaría el Dakar a la nueva tecnología, Castera aseguró: “Seguro que haremos algunas adaptaciones, pero no quiero caer en hacer algo como la Extreme E. Tenemos que respetar el espíritu del Dakar, eso es muy importante”.
Y luego explicó por qué apuestan por la pila de combustible de hidrógeno. “Cuando hablamos de vehículos eléctricos no pensamos en algo con un pack de baterías que pueda rodar hasta que se le acabe la energía. La idea es que la electricidad sea constante y por eso pensamos en el hidrógeno, que nos permitiría hacer al menos un reabastecimiento durante el día. Por eso ya pensamos con la FIA en tener etapas de no más de 500 kilómetros”, apuntó.
A los vehículos que utilizan un motor eléctrico alimentado por H2 se le añade oxígeno en una batería o pila de combustible. Eso produce la combustión que genera la energía eléctrica que es capaz de mover las ruedas.
En esta cuestión radica su principal diferencia con las baterías de los coches eléctricos, ya que estas generan la electricidad a medida que el coche las va necesitando; mientras que las pilas de combustible lo que hacen es acumular la energía generada.
Aunque actualmente esta tecnología se encuentra en una fase inicial y es una opción aún minoritaria, los especialistas afirman que despegará una vez que se desarrollen las infraestructuras necesarias y se reduzcan los precios de venta. En ese sentido, una carrera como el Dakar puede ayudar a acortar considerablemente los tiempos.
