Al igual que ya hizo la Fórmula 1 en 2018, la categoría estadounidense IndyCar decidió extremar la seguridad del habitáculo de sus autos a partir de 2020. No será con el Halo, como sucede con la F.1, sino con el Aeroscreen, un desarrollo realizado por Red Bull Advanced Technologies y que en su momento fue desechado por la Federación Internacional del Automóvil.
El sistema que creó Red Bull consiste en una pantalla de policarbonato laminado con revestimiento antirreflectante en el interior y un dispositivo para evitar que se empañe. Anclado en tres puntos diferentes del auto, soporta impactos de hasta 150 kilonewtons, lo que equivale a la resistencia del Halo pero sumándole una protección lateral.
“Este esfuerzo de colaboración entre Red Bull Advanced Technologies, Dallara e IndyCar demuestra un compromiso implacable y una pasión por mejorar la seguridad del piloto. Nos gustaría dar las gracias a todo Red Bull Advanced Technologies por crear un diseño que mejorará de manera significativa la seguridad del automovilismo, no solo en IndyCar sino también desde una perspectiva global”, afirmó Jay Frye, presidente de la serie yanqui.
“Desde que se desarrollamos y demostramos los primeros prototipos en 2016, el potencial del Aeroscreen para mejorar la seguridad de los pilotos en caso de impactos frontales ha sido evidente. Esta asociación con IndyCar nos permite seguir adelante para explorar a fondo ese potencial y ayudar a prevenir lesiones graves y, potencialmente, a salvar vidas en la principal categoría de monopostos de Estados Unidos”, afirmó Christian Horner, responsable de Red Bull Racing.
El año pasado IndyCar probó un concepto similar al Aeroscreen de Red Bull que fue desarrollado en conjunto con PPG Aerospace. Sin embargo, esta pieza fue desechada porque las pruebas revelaron que se necesitaba más trabajo antes de implementarlo.