La edición 2023 del Gran Premio de Australia de Fórmula 1 promete ser la más rápida de la historia de la carrera gracias a la adición de una cuarta zona de DRS en el circuito de Albert Park. El evento, que se realizará el 2 de abril, es el tercer round de la temporada 2023.
El año pasado se introdujo la cuarta zona de DRS, siendo la primera vez en la historia de la Fórmula 1, pero fue eliminada por la FIA debido a preocupaciones de seguridad después de las primeras dos sesiones de práctica.
Sin embargo, la organización del Gran Premio australiano recibió un nuevo OK y comentarios positivos por parte la FIA y de la propia categoría para la implementación de esta cuarta zona en la próxima carrera.
El director del Gran Premio de Australia, Andrew Westacott, dijo al periódico Herald Sun de Melbourne que “técnicamente hablando, se implementará una cuarta zona de DRS”, lo que significa que los autos podrían alcanzar velocidades de hasta 340 km/h en el circuito callejero de Melbourne.
“Será la carrera más rápida en la historia de Melbourne”, afirmó Westacott. “Tendremos la evolución de los autos del año pasado, que obviamente han mejorado, y la cuarta zona de DRS significa que los autos serán más rápidos en la parte trasera del circuito, lo que aumentará la velocidad y, por lo tanto, reducirá el tiempo por vuelta y hará que sea el Gran Premio más rápido y con la velocidad promedio más alta de la historia de Melbourne”.
El sistema de reducción de arrastre (DRS) permite a los conductores ajustar el alerón trasero de sus autos en ciertas partes de la pista para reducir la resistencia aerodinámica, lo que se introdujo en la Fórmula 1 en 2011 para facilitar el adelantamiento.
El Gran Premio de Australia, que solía ser la carrera inaugural de la temporada, fue cancelado durante dos años debido a la pandemia de COVID-19 y se llevará a cabo este año después de las carreras de los GP’s de Bahrein y Arabia Saudita.
La adición de la cuarta zona de DRS promete ser una experiencia emocionante para los fanáticos de la Fórmula 1 y un desafío para los pilotos que tendrán que manejar a velocidades más altas. Los organizadores esperan que esto atraiga a más espectadores y eleve la emoción de una de las carreras más icónicas del calendario de la F.1.