Autoridades del mercado de valores europeo investigan una gran transacción que involucra a dos team-managers de la Fórmula 1: el canadiense Lawrence Stroll, responsable del equipo Aston Martin y padre del piloto de Lance Stroll; y el austríaco Toto Wolff, jefe máximo de la escudería Mercedes. Ambos, que son grandes amigos, están investigados por abuso de información privilegiada.
La Autoridad Federal de Supervisión Financiera (BaFin) de Alemania investiga desde noviembre del 2020 la compra de acciones de la marca británica Aston Martin, que pertenece a un holding liderado por Stroll, por parte de Wolff.
El caso también lo sigue la Financial Conduct Authority (FCA) de Gran Bretaña ya que las acciones del fabricante de automóviles cotizan en la Bolsa de Valores de Londres.
Los ojos de las autoridades bursátiles están puestos en la transacción que realizó Wolff en abril de 2020 cuando adquirió un 0,95% en Aston Martin. El precio pagado por las acciones es confidencial, pero considerando el valor de mercado de Aston Martin, la acción de Wolff vale alrededor de 30 millones de euros.
El tema es que solo seis meses después de esta transacción, se anunció que Mercedes tenía la intención de adquirir una participación adicional de hasta el 20% en Aston Martin. Asimismo, el fabricante británico anunció en mayo de 2020 el nombramiento como consejero delegado de Tobias Moers, que hasta entonces era jefe de la filial AMG de Mercedes.
Estos dos anuncios coincidieron con un salto significativo en el valor de Aston Martin, cuyas acciones subieron cerca de un 60% desde abril del año pasado.
Las preguntas que quieren responder el BaFin y FCA es si Wolff, al momento de adquirir su participación en Aston Martin, sabía que Mercedes planeaba una nueva inversión en la automotriz.