Para el Dodge Viper las siglas ACR (American Club Racer) significa estrechar al máximo la barrera entre un GT de carreras y un súper deportivo de calle. Con ese concepto nace el nuevo Dodge Viper ACR 2016.
Este deportivo emplea la aerodinámica de un deportivo de carreras. Con ese kit aerodinámico que a ras de suelo, con las protuberancias de sus defensas, y con ese inmenso alerón, quizás tenga dificultades para superar los saltos de las calles de tu barrio, o incluso mucho baches, pero es capaz de alcanzar un downforce de 454 kilogramos a su máxima velocidad y adherirse al asfalto en cada curva para marcar su territorio, para situarse, muy probablemente, como uno de los deportivos más rápidos en circuito que jamás hayan recibido licencia de calle.
Toda su aerodinámica es ajustable, desde el alerón, hasta los aditamentos de su carrocería, en algunos casos incluso completamente desmontables. Su chasis, que emplea componentes de competición, también es ajustable, así como la altura de las suspensiones, con un margen de maniobra de hasta 8 centímetros.
Bajo su enorme capó, monta un propulsor V10 de 8.4 litros y 645 CV. Su par motor máximo es de 812 Nm. Acoplado lleva una caja de cambios Tremec TR6060 de seis velocidades. Su velocidad máxima alcanza los 285 km/hora.
Cuenta con neumáticos específicos, unos Kumho Ecsta V720 diseñados para la competición. Con su aerodinámica, y estos neumáticos, es capaz de digerir una fuerza lateral de 1.5 Gs en curva. El reparto de pesos es cercano al 50/50. Cuenta con frenos cerámicos, también diseñados específicamente para este modelo ACR.
Por dentro, los aislamientos acústicos se han reducido al máximo. Cuenta con un equipo de sonido con solo tres altavoces y la fibra de carbono lo inunda todo, como por ejemplo, los asientos, que cuentan con ajustes manuales. Los tapizados son de piel y lleva mucha Alcántara. Lo que no han querido eliminar ha sido su pantalla en la consola central, que más allá de ayudar con las indicaciones del GPS, servirá para controlar algunos ajustes y la telemetría. En definitiva, será un “animal” de calle.
