El callejero de Montercarlo es, sin dudas, uno de los escenarios más atractivos que tiene el calendario de la Fórmula 1. Este lugar en el que se disputa el Gran Premio Mónaco está rodeado por una singular atmósfera producto de esa mezcla de glamour propia del Principado y la adrenalina que destaca a la máxima categoría. Esta carrera solo estuvo fuera del campeonato unos pocos años a mediados de los ’50 y en este 2018 celebró su 76ª edición, de las cuales 64 han otorgado puntos para el Mundial.
El circuito monegasco es el más corto de la temporada con 3.377 metros, pero además tiene otras particularidades que lo hacen único. Está en el corazón de la ciudad, a unos pocos metros del Mediterráneo, tiene curvas de baja y media velocidad, un túnel, está rodeado de guard-rails y la capa asfáltica es muy distinta a la que se encuentra en cualquier autódromo.
Por todo esto destacarse en Mónaco tiene un sabor especial y si es con una victoria, mucho mejor. Pero también puede ser con una pole position, como ocurrió este sábado con el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) que ganó su segunda clasificación desde que está en la Máxima.
Su trabajo en el tortuoso trazado fue contundente al punto que marcó un nuevo récord, no solo por su manejo perfecto y el buen andar de su auto, sino porque para este año la empresa de neumáticos Pirelli tiene unos compuestos que son más veloces que los utilizados hasta 2017.
La categoría llegó a Montecarlo con la plusmarca Sergio Pérez como referencia. El mexicano, con su Force India, estableció 1m14s820/1000 y quedó como el récordman. Sin embargo, Ricciardo se encargó de pulverizar esa marca en varias oportunidades.
El australiano bajó aquel tiempo el jueves, cuando se inició la actividad oficial. En la primera tanda de entrenamientos estableció 1m12s126 y en la siguiente, 1m11s841. Después del paréntesis del viernes, en la que los actos promocionales toman protagonismo en reemplazo de la actividad en la pista, Ricciardo se mantuvo como el hombre a batir en los libres del sábado con 1m11ss786. Pero lo mejor estaba por venir.
Tras ganar sin muchos inconvenientes los dos cortes clasificatorios previos con 1m12s013 y 1m11s278, literalmente voló en la Q3 y fue el único piloto en la historia del GP de Mónaco en rodar por debajo del minuto y 11 segundos al clavar 1m10s810. Así marginó por 229/1000 al alemán Sebastian Vettel (Ferrari), quien lo acompañará en la primera fila de la grilla de la carrera monegasca.
Si vale la referencia, en 1950 cuando se disputó el primer GP de Mónaco valido por la Fórmula 1 la pole la marcó el argentino Juan Manuel Fangio (Alfa Romeo) con 1m50s2/10 sobre un recorrido de 3.180 metros…
La marca que logró Ricciardo en Montecarlo promete quedar intacta por algún tiempo ya que para el año próximo la Federación Internacional del Automóvil pretende cambiar las reglas técnicas para que los autos sean más lentos…