Jeremías González Ferioli, listo para ser protagonista del Dakar 2026
El piloto del Puma Energy Rally Team está convencido que la clave estará en la regularidad, la gestión del vehículo y la lectura del exigente recorrido.
El Dakar nunca es solo una carrera. Es una prueba de carácter, de método y de paciencia. Para el cordobés Jeremías González Ferioli, la edición 2026 de la legendaria carrera aparece como una síntesis de todo lo aprendido desde aquel debut en quads en la era sudamericana hasta este presente en SSV, más técnico, más estratégico y, sobre todo, más consciente de lo que exige competir de verdad en Arabia Saudita. Entre el 3 y el 17 de enero, el desierto volverá a pasar factura. Y Jere llega con la sensación -poco habitual en esta carrera- de estar un paso adelante en preparación.
Su historia con el Dakar no necesita adjetivos grandilocuentes. Sextos, segundos, terceros puestos, victorias de etapa, lesiones, regresos, frustraciones y reinvenciones. Un palmarés que se fue construyendo sin atajos y que hoy lo encuentra consolidado como una referencia natural del rally raid argentino, ahora dentro del Puma Energy Rally Team.
DEL QUAD AL SSV: CAMBIAR DE HERRAMIENTA SIN PERDER ADN
La vida dakariana d González Ferioli empezó en Sudamérica, cuando el rally todavía tenía aroma a tierra conocida. En quads sorprendió rápido, fue escolta de Rafał Sonik y se subió dos veces al tercer escalón del podio. Después vinieron una lesión, el paréntesis obligado y el regreso con la cabeza más fría. Hoy, ese proceso desemboca en el SSV, una categoría que combina manejo, navegación y gestión mecánica al límite.
El salto no fue improvisado. En 2024 debutó con un sólido cuarto puesto y en la última edición, aun con un inicio cuesta arriba, mostró ritmo real de punta y capacidad de recuperación. “En el Dakar pasado tuvimos un inicio complicado pero aprendimos mucho y logramos sobreponernos. Luego -además de las dos victorias de etapa- siempre estuvimos dentro del Top 3, lo cual nos dejó con más ganas de enfrentar la próxima edición”, resume.
No es una frase hecha. Es la lectura de alguien que entiende que el Dakar no se gana solo acelerando, sino sobreviviendo a los errores propios y ajenos.
2025, EL AÑO QUE ORDENÓ TODO
Si hay algo que diferencia al Jeremías González Ferioli versión 2026 al de años anteriores es la continuidad. Temporada completa, kilómetros, carreras duras y resultados que validan el proceso. Dakar, Abu Dhabi Desert Challenge, competencias en Argentina, tests en Marruecos, Rally de Marruecos y SARR Series. Fue un 2025 a fondo.
“El año fue muy bueno, pudimos ganar Abu Dhabi y fuimos segundos en Marruecos, lo que nos da mucho empuje para lo que se viene”, explica. Ese segundo puesto en Marruecos, perdido por dos pinchaduras en la última etapa y apenas 11 segundos detrás de Francisco “Chaleco” López, fue casi una confirmación cruel: el ritmo está, los detalles mandan.
EL CAN-AM MAVERICK R Y UN EQUIPO QUE LLEGA AFINADO
En el rally raid moderno, el vehículo es parte del equipo extendido. Y González Ferioli lo dice sin rodeos: “El Can-Am Maverick R está volando”. No es entusiasmo vacío. Es la conclusión después de carreras de baja, tests específicos y entrenamientos enfocados en navegación y gestión.
El trabajo previo incluyó tres entrenamientos en Argentina y una carrera completa para simular escenarios reales. Nada librado al azar. “La base de trabajo es muy buena y sin dudas para este Dakar estamos mucho más preparados”, sostiene Jere, que será navegado por Gonzalo Rinaldi.
En una categoría donde los márgenes son mínimos y la fiabilidad decide más que la velocidad pura, llegar con el combo piloto–copiloto–máquina alineado es una ventaja concreta.
UN DAKAR 2026 MÁS ÁSPERO Y MENOS ROMÁNTICO
El recorrido también juega su propio partido. El Dakar 2026 no pasará por el Empty Quarter, lo que cambia radicalmente el paisaje… y las trampas. Menos dunas infinitas, más piedra, más terrenos duros, más castigo para la mecánica y para la cabeza.
“Creo que el recorrido representa un gran desafío. Al no ir al Empty Quarter vamos a tener terrenos más duros y más piedra. Además, las etapas en bucle siempre tienen una dificultad adicional”, analiza el piloto de 30 años. Y suma una advertencia clave: “Las etapas maratón-refugio implican que debemos cuidar el vehículo porque cualquier detalle te deja fuera de competencia”.
Eso sí, incluso en medio del rigor, aparece el guiño humano: “Personalmente me gusta más el motor home y la comida del vivac que la carpa y la comida en la bolsa térmica”. Risa mediante, pero con una verdad de fondo: el confort también suma cuando el cuerpo y la mente están al límite.
Para Jeremías González Ferioli, el Dakar 2026 no es revancha ni obsesión desmedida. Es la continuidad lógica de un proyecto que maduró. Tiene velocidad, tiene equipo, tiene su propio método y tiene claro que el Dakar siempre decide al final.
No promete milagros. Promete estar preparado. Y en el Dakar, eso ya es decir mucho.
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