El inicio de la edición 2025 del Rally Dakar, que se disputa en Arabia Saudita, ha puesto a prueba a los pilotos más experimentados del mundo, pero pocos han enfrentado un desafío tan extremo como Kevin Benavides. El piloto argentino, campeón del Dakar en 2021 y 2023, llegó a esta competición cargando un obstáculo monumental: apenas unos meses antes sufrió un grave accidente entrenando, que casi le cuesta la vida.
En el corazón del desierto, en la extenuante 48 Chrono Stage de 947 kilómetros, Benavides se enfrentó no solo a las dunas más blandas y traicioneras del recorrido, sino también a sus propios límites físicos y mentales. “Me quedé un par de veces, tuve que empujar, sacar la moto… Para la condición física que tengo, fue realmente una etapa exigente”, confesó el salteño, que marcha 27° en la clasificación general que tiene a su hermano Luciano sexto.
El peso del desgaste físico fue evidente. A pesar de su fortaleza mental y experiencia, Benavides admitió haber considerado el abandono en varias ocasiones durante la etapa: “Muchas veces pensé en dejar ahí no más, pero empujé, empujé y logré llegar”. Este testimonio refleja la crudeza de un Dakar que, según el piloto, se ha transformado en una batalla personal.
La estrategia mental de dividir el trayecto en segmentos más cortos fue clave para mantenerse en competencia. “La iba dividiendo la etapa a 100 km: bueno, 100 más, 100 más… Era muy larga”, comentó. Este enfoque, sumado a su voluntad inquebrantable, lo llevó a cruzar la línea de meta a pesar del dolor y la fatiga.
Sin embargo, la recuperación de su brazo lesionado sigue siendo un obstáculo: “El físico ahora no me acompaña. El brazo todavía queda mucha recuperación, pero viene aguantando, que es lo bueno. Me encantaría estar ahí adelante peleando, pero mi objetivo es ir día a día tratando de hacer lo mejor posible”.
Para Kevin Benavides, este Dakar no se trata de tiempos o posiciones, sino de superación personal. “Quería seguir adelante. Algo en mí me decía: ‘Dale, adelante’. Este es un Dakar contra mí”, concluyó con convicción.