Desde el pasado 1 de septiembre, Rolf Michl es responsable de Motorsport en Audi y Director de Audi Sport. Este directivo de 44 años nos habla del rally Dakar, de la complementación de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro, de las emociones que le despierta el automovilismo y de sus expectativas y objetivos para el rally del desierto.
-¿Cómo calificaría los proyectos que ha encontrado en Audi Sport GmbH?
-El Rally Dakar y las carreras de clientes son proyectos apasionantes. En el mundo del automovilismo hay grandes acontecimientos y el Dakar es, sin duda, uno de ellos. Me fascinó ver cómo Audi compite con un prototipo con un sistema de propulsión eléctrico en una disciplina tan difícil cosechando éxitos desde el primer momento. Pero también se percibe claramente el aspecto humano, el espíritu y la pasión. Carlos Sainz, a quien ya admiraba en el Mundial de Rally; Stéphane Peterhansel, que se ha mantenido relajado y modesto incluso después de 14 victorias en el Dakar; un garante del éxito como Mattias Ekström, con quien mantengo una buena relación desde hace años… ¡Simplemente grandes pilotos! Lo mismo puede decirse del departamento de carreras para clientes de Audi Sport: la gente de nuestro equipo vive para su profesión, y entre los pilotos hay nombres experimentados, pero también jóvenes muy ambiciosos. Además, nuestros clientes son a menudo empresarios de éxito y exigentes por derecho propio. A través de los programas de carreras para clientes, hacemos que Audi sea tangible y visible en otros ámbitos, a escala mundial.
-¿Cómo gestiona los cargos de Director General de Audi Sport GmbH y responsable de Motorport?
-La verdad es que a veces no es tan fácil. En Audi Sport, junto con Sebastian Grams, dirigimos una empresa de 1.500 personas, y la responsabilidad financiera recae sobre mí. Cuando el responsable de Motorsport tiene que hablar con el financiero, digamos que suele producirse una discusión intensa… El lado emocional pertenece más al automovilismo; pero también es necesaria la racionalidad y aplicar los conocimientos financieros. Resulta extremadamente emocionante gestionar las actividades en competición de forma empresarial con indicadores clave de rendimiento claramente medibles. Sin embargo, creo que tengo la experiencia necesaria para comprender las posiciones de todos los protagonistas, desde los pilotos y los equipos hasta los inversores, así como nuestros socios o los equipos de las carreras de clientes. Así que no se trata tanto de “necesitamos esto porque si no, no ganaremos”, sino de cuál es el resultado global para Audi. El marketing, la historia que contamos, recibe una atención muy grande por parte de Audi. Así que veo la posible tensión entre las dos posturas de la pregunta inicial como algo más deportivo y productivo que negativo.
-En su nuevo cargo estuvo en el Rally de Marruecos en octubre. ¿Cómo vivió los rigores de la competición en pleno desierto?
-Me impresionó el increíble espíritu de equipo en las condiciones más adversas. Incluso en la tormenta de arena, que duró horas, todo el mundo se mostró dispuesto para echar una mano. Tanto el personal de Q Motorsport como los integrantes de nuestro propio equipo se muestran extremadamente ambiciosos, centrados y siempre en colaboradores. Todos reconocen su responsabilidad y se la toman en serio. Dadas las legalidades de este deporte, nos alegramos de contar en el equipo con un socio tan experimentado como Sven Quandt. Como jefe de equipo de Q Motorsport aporta décadas de conocimientos sobre rallies, lo que le convierte en un importante punto de referencia y fuente de experiencia. En lo que respecta a la estrategia de carrera, sabe cómo podemos aprovechar al máximo los puntos fuertes de nuestro concepto técnico y de nuestros pilotos. Todos los miembros del equipo son apasionados del automovilismo, al igual que los experimentados técnicos responsables de los coches. Tienen una gran conexión con los pilotos, lo que es importante para mí porque no se trata sólo de la tecnología. Aprecio especialmente el compromiso de nuestros mecánicos en este nuevo proyecto: junto con sus colegas de Q Motorsport, tienen que mantener un vehículo muy sofisticado al mejor nivel operativo en las condiciones más duras, lo que supone un verdadero reto, sobre todo en caso de avería. Por esta razón, los intercambios personales regulares con los equipos de mecánicos son especialmente importantes para mí.
-El rally Dakar es muy importante para Audi. ¿Qué objetivos se marca el equipo para 2023?
-Competimos por segunda vez en la prueba y tenemos objetivos claros: espero conseguir un podio. Hemos mejorado el coche, tenemos los mejores pilotos y un equipo muy motivado y competente. Lo importante es que si todo funciona, creo que un podio es posible. Tenemos que estar preparados, muy concentrados en cada momento y la cohesión del equipo será la clave decisiva para el éxito. Pero también soy lo suficientemente realista como para darme cuenta de que, sobre todo en este deporte, hay una serie de factores imprevisibles: los imprevistos, los accidentes, las inclemencias del tiempo o la navegación son los que hacen que esta competición sea tan emocionante y desafiante al mismo tiempo. No tenemos ningún control sobre estas condiciones. Pero estoy de buen humor, porque no sólo hemos sido meticulosos en la preparación de los tres Audi RS Q e-tron, también hemos avanzado mucho en los procesos y procedimientos.
-¿Cómo se preparó personalmente para su primer Rally Dakar?
-La preparación afecta a varias áreas a la vez. En lo que respecta a mi función de gestión, el rally todoterreno es extremo, por supuesto. En el circuito hay muchos datos técnicos precisos y numerosos instrumentos para cuidar el coche. En el desierto, en cambio, tu tablet te da las primeras pistas sobre lo que pasa ahí fuera al cabo de 40 o 50 minutos… y esperas que tu teléfono por satélite no suene. Para mí, la atención se centra en cómo puedo contribuir como gestor. En cuanto al viaje en sí, básicamente me gusta hacer ejercicio, que es un catalizador importante para despejarme; además, el deporte también ayuda a estar en forma para el Dakar, por supuesto. Asimismo, me considero bien organizado y estructurado; de lo contrario, es imposible gestionar la complejidad en la vida cotidiana. De hecho, ¡ya tengo preparadas las maletas para el rally! Siempre he dormido bien y soy flexible en lo que respecta a la comida. Hace poco aprendí que, en caso de duda, se puede superar un día entero de rally con unos tarros de puré de manzana y cereales de la estantería de alimentos infantiles…