A diferencia de los últimos Dakar, en que la categoría cuatriciclos estaba repleta de pilotos argentinos, la edición 2020 que se realizará en Arabia Saudita solo contará con cuatro compatriotas. El grupo de aventureros lo encabeza Manuel Andujar, quien terminó quinto en la versión 2019 de la exigente competencia que se disputó solo en Perú.
Manu encara su tercer Dakar consecutivo con mucho entusiasmo y optimismo al tener más experiencia y correr en un territorio que será nuevo para todos. “Yo soy un piloto que no tiene mucha experiencia en esta carrera. Por lo tanto aquellos que más veces la corrieron en Sudamérica tenían una ventaja sobre mí al conocer el territorio. Ahora será nuevo para todos y eso lo hará más parejo”, analizó en charla con Automundo.
“Por ese lado estoy muy entusiasmado, aunque es verdad que es una lástima que el Dakar ya no esté en nuestro país… Creo que la decisión de mudar la carrera a Arabia Saudita ha sido una apuesta muy interesante por parte de la organización”, agregó el piloto del 7240 Team.
Andujar competirá con un cuatriciclo Yamaha que cuenta con un motor preparado por Pablo Vera y Motec y que tiene las manos de Ezequiel Scutti y Alejandro Anzivino en el chasis. De este trío de colaboradores, Vera y Anzivino lo acompañarán al reino saudí. El máximo responsable de la estructura de Lobos, en tanto, es Javier Pizzolito, quien llegó a destacarse en el Dakar con un octavo puesto en motos en 2013.
“Pero más allá de estas personas, hay mucha otra gente que también forma parte del equipo, como mi entrenador personal, mi deportóloga, mi nutricionista y, por supuesto, mi familia”, aclara Manu.
Respecto al nuevo escenario del Dakar, Andujar reconoce que no sabe mucho, aunque se estuvo interiorizando de algunas cosas, “principalmente de la cultura, que creo que será un factor muy importante”.
Mientras que sobre las zonas por donde transitará la prueba del 5 al 17 de enero destacó: “Sé que hay terrenos que son parecidos a los que hay en algunos lugares de la Argentina. Creo que será un poco inhóspito, sin muchos pueblos, ni mucha gente como sucedía en Sudamérica. Creo que con este Dakar la competencia volverá un poco a sus principios, será como aquellas ediciones que se corrían en África”.
En cuanto a sus objetivos, el lobense es claro: “Ahora que tengo más experiencia, estoy preparado mejor físicamente y cuento con un cuatri mejor, mi meta es terminar el Dakar sin inconvenientes. Y esto es algo muy difícil de lograr por todo lo que es en sí la carrera. No importa si es en un país o en diez, o si dura 15 días o cinco, el Dakar siempre es una prueba muy difícil. Por eso terminarlo sería un objetivo más que satisfactorio”.
