Dicen que la tercera es la vencida. Tal vez por eso el español Carlos Sainz confía en lograr un buen resultado en el Dakar 2020, que se realizará en Arabia Saudita del 5 al 17 de enero. Es que en territorio saudí el Matador enfrentará la exigente carrera por tercera vez con el MINI John Cooper Works Buggy.
“Estamos muy ilusionados y tanto Lucas (Cruz, su navegante) como yo creemos que vamos a poder batir al Toyota. Hemos trabajado en el peso del buggy. La importancia del peso es fundamental y hemos mejorado esto, lo que nos da un margen de mejora frente a otros. Vamos a poder notar mejor esa ventaja de tener menos peso”, sostuvo Sainz, que confía en el desarrollo que realizó el X-Raid sobre el vehículo de dos ruedas motrices.
“Nuestro ritmo es la clave, tenemos que tratar de pasar los días y pasar cosas”, comentó Sainz, que imagina un rally muy cambiante. “Aparentemente, la primera semana de carrera tiene unas características con un poco más de piedra, un terreno que podría darnos algunos problemas. Mientras que la segunda semana es un terreno más de arena, de duna, de desierto”, explicó Sainz.
“Es un hándicap para todos descubrir un nuevo terreno. Las condiciones una vez que estás allí son muy diferentes, vamos a ir aprendiendo día a día”, analizó el madrileño, que hace unos días compitió en Sharqiyah Baja a modo de preparación.
De esa experiencia descubrió una cosa: que los días serán cortos y que eso también puede ser un problema. “Me ha sorprendido que a las 5 de la tarde es de noche y el que se despiste acabará la etapa de noche”.
Sainz también habló sobre la participación de su compatriota Fernando Alonso, quien debutará en el Dakar con una Toyota Hilux oficial. “Él se ha preparado físicamente e incluso más de lo que pensábamos. Ha hecho bastantes kilómetros, pero no creo que sea un rival este Dakar. Luchar el primer año por ganar es difícil, pero ya sabemos que no todo está dicho en el Dakar. Le deseo todo lo mejor a Fernando y que le vaya muy bien”, concluyó.