En respuesta a especulaciones sobre los costos de transferir vehículos en Argentina, la Cámara del Comercio Automotor (CCA) y la Federación Argentina de Cámaras del Comercio Automotor de la República Argentina (FACCARA) han despejado dudas. Representando a más de 3.000 empresas en el país, ambas instituciones aseguran que los aranceles registrales no exceden el 2% del valor total del automóvil.
Contrariamente a las expectativas, el 2022 presenció un incremento del 40,62% en los aranceles, seguido por un alza del 55,76% en 2023. En términos acumulativos, esto se tradujo en un impactante aumento del 96,38% durante el periodo 2022-2023, superando significativamente el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mismo periodo, que rozó el 300%.
Sin embargo, el análisis completo del costo de la transferencia va más allá de los aranceles registrales. Otros elementos que componen este gasto son impuestos exclusivos de gobiernos provinciales y municipales, tales como impuestos de sellos, reclamos por infracciones de tránsito y patentes. Estos factores contribuyen a una carga económica adicional para quienes desean transferir la propiedad de un vehículo.
Es crucial destacar que el costo elevado de transferir un vehículo no se atribuye únicamente al acto de transferencia en sí, sino a una acumulación de diversos componentes a lo largo del tiempo. Este fenómeno revela una magnitud inusitada en los costos, generada por agregados que se han ido sumando gradualmente.
En este escenario económico desafiante, tanto los consumidores como la industria automotriz enfrentan obstáculos significativos. El aumento constante de los costos de transferencia demanda una revisión exhaustiva de los procesos administrativos y fiscales. La simplificación y optimización de estos procedimientos podrían allanar el camino hacia una reducción de la carga financiera asociada a las transferencias de automóviles.
El proceso de transferir un automóvil en Argentina trasciende las simples tasas. La CCA y FACCARA han desmentido mitos, revelando un escenario complejo. Para salvaguardar la estabilidad económica de la industria automotriz y aliviar la carga financiera de los consumidores, es crucial abordar integralmente los diversos factores que contribuyen a estos onerosos procesos de transferencia.