Ante el miedo de volver a viajar en transporte público por el COVID-19, la industria de las bicicletas eléctricas aparece como una de las grandes ganadoras en esta pandemia.
Un estudio de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) afirma que el 67% ya evita el transporte compartido para extremar la prevención frente al avance del virus, aunque la lucha contra la contaminación ambiental también incide en la decisión.
Una encuesta de Adecco asegura que el 46% de los trabajadores argentinos evitará el transporte público cuando retome su rutina laboral. De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Urbano, un 75% no se subirá a subtes para minimizar el riesgo de contagio, mientras que un 64% no usará trenes. El mismo porcentaje evitará el colectivo.
Según datos que se desprenden de un sondeo de Rodar Electric, empresa que fabrica y comercializa vehículos eléctricos, un 48% comenzaría a usar una bici eléctrica por miedo al contacto con otras personas. Además, un 27% la elegiría por el ahorro económico, un 15% para evitar problemas de tránsito, y un 10% por la comodidad del viaje.
Para la investigación, Rodar Electric tomó una muestra compuesta por 40.000 personas, 66% de CABA y GBA y un 34% de interior. El 54% de las respuestas fueron de hombres y un 46% mujeres; sobre las edades, el 14% entre 18 y 26 años, 36% entre 27 y 35 años, 33% entre 36 y 45 años y el 17% más de 45 años.
“El sondeo deja en manifiesto el temor de la gente al virus y la necesidad de comenzar una nueva normalidad con otro tipo de hábitos. Nuestro objetivo se centra en tres ejes: cambiar la forma en que vivimos y nos transportamos, purificar el aire que respiramos y mejorar la calidad de vida de nuestros consumidores”, afirma Juan Martín Savage, cofundador de Rodar Electric.
Sobre las problemáticas que llevarían al cambio de pensar en una bicicleta eléctrica como medio de transporte, un 41% mencionó por el COVID-19; mientras que un 37% por la economía y ahorro de tiempo, y un 15% por la contaminación. En menores porcentajes se ubican el llegar presentable al trabajo, la posibilidad de ejercitarse y hacer distancias más largas.
Rodar Electric fabricó la primera bicicleta eléctrica de Latinoamérica, pero años más tarde amplió su oferta al incorporar el concepto de empoderar y reutilizar las bicicletas convencionales para convertirlas en e-bikes a través de Ge Road, que se adapta a cualquier tipo de rodado. Hoy es representante exclusivo en el país y en América latina de esta tecnología que tiene un valor de $79.900 en efectivo.
En la Argentina, más de 1.000 personas ya disfrutan de su Ge Road. “Durante la cuarentena, el aumento de consultas por el dispositivo se dio en paralelo a la suba de la demanda de bicicletas eléctricas, en el orden del 200%. El interés creció en ambas opciones. Pero muchos, al darse cuenta de que el dispositivo es más económico y funciona de igual manera que la bici eléctrica, se inclinan por él”, afirma Savage.
Las bicis eléctricas plegables de Rodar Electric, en tanto, parten desde los $125.700 en efectivo. Mientra que la mountain bike VR arranca en los $106.900. Así, con solo un cambio de rueda, se ahorra, al menos, un 35%, dependiendo del modelo con el que se lo compare.