El automovilismo argentino está inmerso en una profunda crisis por la falta de carreras a raíz del aislamiento social, preventivo y obligatorio que impuso el gobierno nacional el 20 de marzo para hacerle frente a la pandemia de coronavirus. Sin competencias los pilotos y equipos ya no saben cómo mantener sus estructuras. Si bien en las últimas semanas se habilitaron pruebas en diferentes provincias nada hace suponer que las categorías retomen o inicien a la brevedad sus respectivos campeonatos.
Pese a que en este tiempo representantes de las principales divisiones nacionales, como el Turismo Carretera y el Súper TC2000, han mantenido contactos con Matías Lammens, ministro de Turismo y Deportes, no hay señales de tener una respuesta rápida a la pregunta de cuándo un semáforo dará la orden de largada en algún circuito.
Esta incertidumbre, sumado a que poco a poco se ha autorizado a otras industrias a volver a la actividad, ha motivado cierto fastidio en el ambiente. Pilotos y dueños de equipos se han quejado públicamente de la situación, ya sea a través de sus redes sociales o por entrevistas a distintos medios.
El último en hacerse oír fue Agustín Canapino a través de un mensaje en Twitter que tuvo como destinatario a Alberto Fernández, el mismísimo presidente de la Nación. “No te olvides de nosotros… No seremos el fútbol, pero algo de público tenemos”, tuitió y acompañó sus palabras con una foto de la hinchada de Chevrolet.
El mensaje llegó… Ya que fue el píe para que durante una entrevista en TyC Sports el mandatario hablara sobre el tema. “Es cierto que en el automovilismo el conductor parece estar sólo y que el riesgo es mínimo, pero también es cierto que en los equipos hay mucha gente moviéndose en torno al auto”, destacó.
“Hay que ver con qué protocolos vuelven… El deporte debe empezar en la medida en que se haga sin riesgos y cuando un mínimo riesgo exista, se respeten ciertas condiciones protocolares. Poco a poco las actividades vuelven en muchos lugares donde no hay contagios”, agregó Fernández.
Si bien la atención parece estar en el cuándo se vuelve, la otra pregunta que uno debe hacerse también es cómo ya que en estos días sin actividad ninguna de las principales categorías informó públicamente qué medidas tomará para bajar los costos y ponerle el pecho a la crisis financiera provocada por el COVID-19.
Las únicas dos divisiones que hicieron algo fueron el Turismo Pista, que creó un fondo de 40.000 dólares para ayudar a sus participantes; y el Top Race, que ya dijo que habrá una reducción en los gastos administrativos por carrera. Pero ni el TC, ni el Súper TC2000, ni el Turismo Nacional o el Rally Argentino han dicho qué harán.
Aunque parezca que no, esta es una información muy importante que pilotos y equipos deben conocer para tener un estimativo del presupuesto que necesitarán para volver a correr. Por eso es necesario que se sepa, por ejemplo, cómo se reducirán los cronogramas, cuánta gente se necesitará para hacerle frente a la actividad, cuántos juegos de goma estarán disponibles, cómo se transportarán los vehículos de competición y muchas otras cosas más.
Es verdad que algunos ya tienen una idea, que incluye correr entre semana para recuperar fechas y compartir los escenarios con otras categorías para abaratar costos de fiscalización, pero nada de esto se hace oficial… Y en una situación tan crítica como una pandemia que ha paralizado a todo un país la desinformación no es una buena aliada.
Para dar un ejemplo, el Stockcar Brasileño, que espera iniciar su torneo en julio, ya tomó medidas que provocarán una reducción de gastos del 30 por ciento por carrera. ¿Si en Brasil ya lo hicieron, por qué en la Argentina todo eso sigue siendo una incógnita?
Luego hay otro gran problema, que tampoco hay que perder de vista: las fechas… ¿Con tantas categorías, cómo se evitarán superposiciones cuando se de luz verde a la actividad? Pensar que todos los directivos se van a reunir para acordar cuándo corre cada una de sus categorías resulta, al menos, utópico. El último antecedente de esa falta de unión sucedió en el momento en que cada una presentó su protocolo a Lammens… Pero claro, lo que nuestros dirigentes no entienden es que en el país puede haber un montón de divisiones, pero el automovilismo es uno solo. Tal vez si se hubiesen dado cuenta a tiempo de eso la realidad del deporte motor sería otra.
