Con la temporada suspendida por la pandemia de COVID-19, la categoría estadounidense IndyCar tiene como gran prioridad organizar la emblemática carrera de las 500 Millas de Indianápolis aunque se deba postergar su celebración. Así lo afirmó Mark Miles, director ejecutivo de la serie, a la agencia AFP.
“Lo que puedo decir es que la organización de la edición 104 de las 500 Millas de Indianápolis es nuestra mayor prioridad”, subrayó Miles en la entrevista. “Es imposible saber exactamente qué efecto tendrá la crisis en esto, pero estoy completamente seguro, si es posible estar seguro, de que correremos las 500”, agregó.
La mítica carrera en el circuito ovalado de 2,5 millas (4 km) del Indianápolis Motor Speedway está programada para el 24 de mayo. “Nuestro objetivo es mantener el curso, por el momento, y ver si es posible hacerlo como estaba previsto a mediados de mayo. Si no es posible, encontraremos otra fecha. Pero esa es una decisión a la que llegaremos cuando el futuro sea más claro”, apuntó el ejecutivo.
IndyCar, como la inmensa mayoría de deportes en el mundo, se encuentra paralizado después de que las autoridades prohibieran los eventos multitudinarios para evitar contagios del nuevo coronavirus.
Las primeras cuatro carreras de las 17 del calendario de la competición ya fueron suspendidas, y Miles indicó que los organizadores de dos de esos eventos han reportado que no quieren reprogramarlas. La próxima competencia que se mantiene en agenda es el Gran Premio GMR, previsto para el 9 de mayo en el circuito mixto de Indianápolis.
Miles no descartó la posibilidad de que el calendario de IndyCar de este año todavía pueda incluir 17 carreras. “Por ejemplo, algunas personas sugirieron que podemos correr dos veces en el mismo fin de semana como hacemos en Detroit”, explicó el ejecutivo.
Además, el directivo señaló que el hecho de que el Indianapolis Motor Speedway sea ahora propiedad del dueño del equipo Roger Penske podría facilitar la organización de esa doble carrera en el circuito.