El Rally Dakar, considerado la prueba de resistencia más dura del mundo, exige no solo una gran habilidad al volante, sino también vehículos altamente preparados para soportar las condiciones extremas del desierto. Sin embargo, la seguridad de los pilotos siempre está en primer plano, y por ese motivo la Federación Internacional del Automóvil (FIA) aplica un estricto reglamento para garantizarla.
En la reciente edición del Dakar, la exclusión de dos grandes figuras como Carlos Sainz y Sébastien Loeb ha puesto el foco en las estructuras tubulares de seguridad de los vehículos y en los procedimientos de inspección de la FIA. Nicolás Caputto, comisario técnico argentino con una amplia trayectoria en la competencia, nos ha brindado una visión sobre cómo se evalúa la seguridad en el Dakar.
ESTRUCTURAS TUBULARES HOMOLOGADAS
Caputto, que en su función dakariana representa a la Comisión Deportiva Automovilística del Automóvil Club Argentino, aclaró que las estructuras tubulares de los vehículos que participan en el Dakar deben cumplir con una serie de requisitos establecidos en el reglamento técnico de la FIA. Estas estructuras son homologadas por organismos reconocidos, lo que garantiza que cumplan con los estándares de seguridad exigidos.
“Las estructuras son homologadas. Puede ser ante la FIA o ante una ADN reconocida por FIA, según su reglamentación de homologaciones de estructuras (con restricciones y algunas libertades)”, explica el técnico.
CRITERIOS DE SEGURIDAD Y PROCESOS DE INSPECCIÓN
La FIA utiliza criterios muy específicos para determinar si un daño en la estructura tubular compromete la seguridad del vehículo. “El principal criterio es la no deformación de ningún tubo, respetando su homologación”, afirma Caputto.
Durante la competencia, los comisarios técnicos realizan inspecciones visuales exhaustivas de las estructuras tubulares, utilizando herramientas como endoscopios y espejos para acceder a todos los rincones.
En el caso de Sainz y Loeb se comprobaron deformaciones que afectaban la función de la estructura tubular de seguridad. El reglamento de la FIA establece que las reparaciones de las estructuras tubulares durante la carrera solo pueden ser realizadas por los constructores de las mismas, y siempre respetando al 100% la homologación original.
“Los únicos que pueden reparar son los constructores de las estructuras de seguridad (aquí son Dacia, Ford, MINI, etc), pero deben respetar 100% la homologación presentada en ese vehículo”, señala Caputto.
¿POR QUÉ SE EXCLUYÓ A SAINZ Y LOEB?
En el caso de Sainz y Loeb, la FIA consideró que los daños sufridos por sus vehículos tras los vuelcos comprometieron la integridad de las estructuras tubulares, a pesar de las propuestas de reparación presentadas por sus equipos. “Cabe destacar que el chasis del vehículo no forma parte de la estructura de seguridad, muchas veces las deformaciones son del chasis y eso lo puede reparar y/o reforzar cualquier equipo”, aclara Caputto.
La seguridad es una prioridad absoluta en el Rally Dakar, y la FIA aplica un reglamento riguroso para garantizarla. Las decisiones tomadas por la federación en relación a las exclusiones de Sainz y Loeb han generado polémica, pero en definitiva se basan en criterios técnicos y en la necesidad de proteger a los pilotos.