El baúl es un espacio muy valorado por los consumidores, ya que consideran su habitual tipo de carga a la hora de elegir su auto ideal. Refiriéndonos a los modelos de carrocería “Hatch” o del tipo SUV, en general ofrecen la versatilidad de un cobertor móvil con los asientos traseros plegables. Por su lado, los sedanes son atractivos porque ofrecen un compartimiento de carga aislado con proporciones muy generosas.
“Observamos que el cliente valora mucho el uso del espacio para el equipaje. Por eso, en los modelos Chevrolet, el maletero se diseña sobre la base del tipo de equipaje que suele llevar el público objetivo del vehículo en cuestión”, explica Alex Santos, ingeniero de Integración de GM Sudamérica.
La relación entre altura, ancho y profundidad de un espacio de carga o de baúl determina si el espacio es apto para acomodar valijas de diferentes tamaños, un cochecito de bebé o hasta una bicicleta.
A la hora de organizar un baúl, lo ideal es colocar las cargas más pesadas en la base y distribuyéndolas sobre el eje de las ruedas traseras, asegurando así, una mejor dinámica del vehículo evitando que se eleve la parte delantera del vehículo, y por ende, sus ópticas.
Si las cargas son de densidad similar, es preferible acomodar primero aquellas con mayor volumen y luego colocar objetos más pequeños. El peso total, que implica sumar a los pasajeros y su equipaje, no puede exceder el máximo recomendado por el fabricante para el automóvil.
En el baúl, algunos modelos de Chevrolet ofrecen ganchos para colgar bolsas, altura del piso ajustable y porta herramientas, características que facilitan el día a día del usuario. Entre otros accesorios originales que se pueden ofrecer para optimizar la organización de la carga, se destacan la bolsa organizadora, red portaobjetos y la alfombra impermeable.
CÓMO SE HACE LA PRUEBA DE MANERA ESTANDARIZADA
El método más utilizado para definir el espacio de un baúl se llama sistema VDA y consiste en introducir en el espacio la mayor cantidad posible de bloques con forma de paralelepípedo equivalentes a un litro de volumen.
El número máximo de bloques que admita el maletero determinará la medida de su capacidad, lo que significa que se penalizará a los espacios poco regulares o con abundancia de recovecos y se dará mayor valor a aquellos con más volumen aprovechable. Se permite optimizar la distribución de bloques según la norma ISO 3832.
La medición se realiza virtualmente y luego hay una validación física, y la disposición de los bloques en la medición no puede interferir con el proceso de apertura y cierre del portón del baúl, o la posición estándar del cobertor móvil en el caso de un “hatch” o un SUV, por ejemplo.
En el Nuevo Onix, por ejemplo, se pudieron ingresar 303 bloques de un Litro en el baúl de una versión “hatch” del modelo, mientras que en la versión sedán, esta capacidad se elevó hasta 500 bloques.